Corea del Norte propuso el lunes un tratado de paz que este año finalice formalmente la guerra de la península coreana, pero Estados Unidos rechazó la idea con rapidez.
En un aparente intento por fortalecer su posición para negociar, el régimen norcoreano dijo que las condiciones para retomar las negociaciones sobre su programa de armamento nuclear son una mejora de sus relaciones con Estados Unidos y el fin de las sanciones en su contra.
Sin embargo, el vocero del Departamento de Estado P. J. Crowley dijo el lunes que un tratado de paz sólo podría negociarse una vez que Corea del Norte regrese a las conversaciones de seis países sobre su programa nuclear y tome medidas paraabandonarlo.
En cuanto a las sanciones, Crowley dijo: ``No vamos a pagarle a Corea del Norte para que regrese al proceso de seis partes''. Instó al régimen norcoreano a ``decirle sí'' a las conversaciones ``y entonces podemos empezar a analizar la lista de temas pendientes que tenemos''.
Corea del Norte hace mucho que pide un tratado de paz, pero éste es poco probable porque su vecino del sur sospecha que el régimen comunista usa el tema como una distracción. Además, el enviado especial del presidente Barack Obama para derechos humanos en Corea del Norte dijo el lunes en Seúl que cualquier normalización de las relaciones depende de una mejoría en la ``atroz'' situación de los derechos humanos de los norcoreanos.
Estados Unidos y Corea del Norte nunca tuvieron relaciones diplomáticas porque la guerra de las Coreas de 1950-1953 terminó con una tregua pero no con un tratado de paz, por lo que ambos países asiáticos continúan técnicamente en guerra. Corea del Norte, un comando de Naciones Unidas dirigido por Estados Unidos y China acordaron un cese el fuego, pero Corea del Sur nunca lo firmó.
El país comunista, que asegura que tuvo que desarrollar armas atómicas para enfrentar las amenazas estadounidenses, abandonó las conversaciones de seis naciones el año pasado luego de ser sancionado por ensayar un cohete de largo alcance.
Luego, el régimen de Kim Jong Il hizo su segunda prueba nuclear, lanzó varios misiles balísticos y reanudó su planta de producción de plutonio, lo que generó amplio rechazo internacional y sanciones más estrictas de la ONU.
Tras meses de tensión, Corea del Norte dijo en diciembre que comprendía la necesidad de volver a las conversaciones con Estados Unidos, Corea del Sur, China, Rusia y Japón, aunque no hizo un compromiso concreto.
El lunes, el ministerio del Exterior dijo en un comunicado que la reanudación de las negociaciones depende de crear confianza entre Pyongyang y Washington, por lo que pidió un tratado de paz y el cese de las sanciones.
By HYUNG-JIN KIM / AP – El Nuevo Heraldo.
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