Visita oficial del presidente francés.
Durante su discurso en el Congreso, el presidente francés ha mostrado su apoyo a España en varios ámbitos. Además de su contendencia en cuanto a la permanencia de España en el G-20, ha destacado que Francia siempre estará ahí para ayudar en la lucha antiterrorista.
Los terroristas "no son más que unos asesinos y Francia luchará contra ellos hasta acabar con el último", aseveró Sarkozy, que aclaró que la colaboración de su país con España en este ámbito es "independiente" del partido que esté en La Moncloa. En este sentido, indicó que él, tanto como ministro del Interior como ya al frente de la Presidencia francesa, ha trabajado de igual manera con el Gobierno de José María Aznar que con el actual de José Luis Rodríguez Zapatero.
Sarkozy defendió la unidad de los dos grandes partidos en España, PP y PSOE, ante ETA porque cuando estas formaciones son "capaces de ir más allá de sus diferencias para hablar con una misma voz frente a los terroristas, el conjunto de Europa aplaude a la democracia española". Tamibén apostó por ser firmes, porque "cuando transigimos con los terroristas", ellos "sólo ven la debilidad".
Tras recordar a las víctimas del terrorismo en España, se refirió a los acuerdos que los dos Gobiernos alcanzarán hoy durante la XXI cumbre bilateral para que ambos países luchen "contra todos los terroristas" y se sitúen "en la vanguardia del combate" contra todo tipo de tráficos, como el de drogas o de seres humanos.
Como ya dijo anoche en el brindis de la cena de gala que los Reyes ofrecieron al matrimonio Sarkozy en el Palacio Real, manifestó su voluntad de acelerar las obras de infraestructuras destinadas a mejorar la comunicación entre los dos países por los Pirineos y mostró de nuevo su respaldo a que España sea miembro del G-20 porque es una "de las principales 20 economías del planeta".
Según Sarkozy, el tiempo en el que España y Francia se limitaban a adoptar declaraciones políticas sobre la mejora de las interconexiones "ha quedado atrás". Tras reconocer que en su país "durante demasiado tiempo ha habido una ausencia de voluntad política para crear infraestructuras a la altura" de los intercambios y las relaciones entre los dos páises, abogó por "menos discursos y más decisiones".
Así, defendió que "dentro de tres años" Barcelona esté "a menos de cuatro horas de Lyon" en AVE y se mostró a favor de que las grandes ciudades españolas y francesas estén conectadas a traves de la alta velocidad, se garantice la seguridad de las redes energéticas y ambos países compartan una línea de muy alta tensión, que lleva debatiéndose 15 años.
"Ustedes necesitan energía, franceses y españoles necesitan infraestructuras, así que adelante", animó el presidente, que aunque admitió que no será una empresa fácil, dejó claro que los Pirineos no pueden ser una "barrera infranqueable".
Respaldo a España en el G-20
También mostró su respaldo a que España sea "miembro del G-20" ya que es una de las principales 20 economías del planeta. Indicó que "era profundamente injusto" que España no estuviera presente en las reuniones de este foro y advirtió de que no se puede exigir a este país que cumpla con todas sus obligaciones internacionales y después negarle, por razones de "costumbre" el "escaño al que tiene derecho".
Sarkozy garantizó por otra parte el apoyo "total" de España durante la presidencia española de la UE, animándole a impulsar la defensa del medio ambiente imponiendo leyes para su protección a las empresas europeos y cerrando la puerta al mercado europeo a los productos de otros países que no respeten medio ambiente o las "normas morales".
Para Sarkozy, medidas como éstas no son proteccionistas y animó también a Zapatero, presente en el Hemiciclo, a convencer a Estados Unidos de que se una a la lucha europea contra el cambio climático y a impulsar también la Europa de la Defensa.
El francés, que manifestó su "admiración" por los jóvenes deportistas españoles que "vencen en todos los campeonatos y arrebatan todas las medallas" y también por el Rey, fue presentado a los diputados por el presidente del Congreso, José Bono, que aseguró que Sarkozy no deja "indiferente a nadie".
Bono agradeció a Sarkozy su determinación en la lucha contra ETA y, como ayer hizo el Rey durante la cena de gala, le instó a "avanzar más rápido" en la mejora de las comunicaciones entre España y Francia por los Pirineos.
Con su discurso en el Congreso, Sarkozy se ha convertido en el tercer presidente que en los últimos tres años ha podido hablar ante las Cortes dentro de su programa de visita de Estado. Sólo con los dirigentes de México, Felipe Calderón y Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, se ha tenido la misma deferencia en los últimos años, han informado a Europa Press fuentes diplomáticas.
Sarkozy, que inició el lunes su primera visita de Estado a España, llegó sin su esposa, Carla Bruni, a las 10.30 horas a la sede del Congreso en la Carrera de San Jerónimo, procedente de la Plaza de la Lealtad, donde rindió el tradicional homenaje ante el Monumento a los que dieron su vida por España.
En el Patio de Floridablanca del Congreso le estaban aguardando los presidentes del Congreso y el Senado, José Bono y Javier Rojo, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Allí escucharon los himnos de ambos países, interpretados por la banda de música del Cuerpo Nacional de Policía, y se dirigieron después al Salón de Conferencias del Congreso de los Diputados, donde presentaron a Sarkozy a los miembros de las Mesas de las dos Cámaras y se intercambiaron regalos.
Bono obsequió a Sarkozy con la medalla del Congreso y un ejemplar facsímil, edición de lujo, de la Constitución Española de 1978, mientras que Rojo le hizo entrega de la medalla del Senado y un libro institucional.
Los presidentes y las Mesas de ambas Cámaras se dirigieron entonces al vestíbulo de Isabel II, donde el presidente de Francia presentó a su delegación oficial y firmó el Libro de Honor. En ese momento ya estaba con él su esposa, que llegó cinco minutos después de que lo hicieran su marido y el resto de la delegación francesa.
En el Escritorio de la Constitución, el presidente de la República fue presentado a los portavoces de los grupos parlamentarios en el Congreso de los Diputados y el Senado y a continuación Sarkozy habló ante el Hemiciclo.
A su término, Sarkozy y Zapatero salieron del Congreso al Palacio de la Moncloa para la celebración de la XXI Cumbre bilateral entre España y Francia. Mientras, Carla Bruni fue a visitar el Museo Reina Sofía acompañada por Doña Sofía.
El programa del matrimonio Sarkozy en España terminará mañana con los dos almuerzos que celebrarán en Moncloa al término de la Cumbre y por separado los dos presidentes y sus esposas, Sonsoles Espinosa y Carla Bruni, que comparten afición por la música. Los dos matrimonios se juntarán de nuevo tras la comida para compartir el café.
Fuente: Diario Hispano Español.
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