En conversaciones privadas con demócratas, el presidente Barack Obama ha dicho que va a persuadir al Congreso de que apruebe su reforma de salud incluso si le causa la muerte y si tiene que pedir a recelosos legisladores que confíen en él para mantener promesas que la Casa Blanca no tiene poder para cumplir.
Eso, en un tono algo jocoso, es lo que el Presidente le está diciendo a representantes demócratas en su campaña para convencer al Congreso de que apruebe su propuesta, pese a las dudas de los votantes y las advertencias de los republicanos.
``Básicamente nos dijo: 'Miren, trabajamos muy duro durante un año en la reforma del sistema de salud y ha llegado el momento de actuar''', dijo el representante demócrata Ron Kind, uno de varios demócratas que se reunieron el jueves con Obama en la Casa Blanca.
Obama dijo en tono de broma que la batalla política ha contribuido a un alza reciente de su colesterol, dijo Kind, e hizo notar lo irónico que sería que el debate de salud le llevara a la tumba.
Pero Obama ha estado sumamente activo en estos días, defendiendo la reforma en discursos el lunes en Filadelfia y el miércoles en San Luis, e instruyendo a sus asistentes que respondan a cada pregunta o preocupación que los legisladores demócratas puedan tener.
Algunas respuestas, no obstante, están basadas más en fe que en hechos. Confrontando la intranquilidad en sus filas a derecha e izquierda, Obama pide a los legisladores coraje político y esencialmente que confíen en él en cuestiones inciertas y fuera de su control. El proceso para conseguir que el Congreso apruebe la legislación de salud ya es difícil de por sí y los republicanos están haciendo todo lo posible por descarrilarlo.
Obama le dijo la semana pasada a representantes progresistas que él entiende sus frustraciones al ver sus ideas --como permitir que el gobierno ofrezca un seguro de salud alternativo a los planes privados-- eliminadas del proyecto de reforma. El Presidente prometió trabajar con ellos en el futuro para mejorar las leyes de salud, dijo la representante demócrata Barbara Lee, que encabeza el bloque de congresistas negros.
``Nos dijo: `Este es el primer paso, los cimientos sobre los cuales podemos construir''', dijo Lee. ``Se comprometió a trabajar con nosotros en todos los asuntos pendientes, que son muchos''.
By CHARLES BABINGTON / AP – El Nuevo Heraldo.
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