La cita entre Lula y Obama del sábado consolidó el eje Washington-Brasilia: acordaron trabajar de forma coordinada para afrontar la crisis internacional y para construir un nuevo marco de relaciones entre EE.UU. y América latina. Obama y Lula han creado un grupo de trabajo para preparar las reuniones del G-20 en Londres y la Cumbre de las Américas de Trinidad y Tobago.
El tema de la crisis económica internacional acaparó el grueso de la cita de más de dos horas. Abordaron extensamente temas como el proteccionismo, la Ronda de Doha, los biocombustibles, el paro, el crédito y el comercio internacional.
La principal reclamación de Lula fue el peligro de un giro proteccionista en Washington, ya que su Gobierno se ha quejado de la inclusión en el paquete de estímulo en Estados Unidos de la cláusula "Buy American", que privilegia la compra de productos nacionales. Obama dijo reconocer la importancia del comercio como motor económico y afirmó que el "objetivo debería ser por lo menos no ir para atrás" en la apertura comercial. "Puede ser difícil para nosotros cerrar un montón de acuerdos comerciales en medio de una crisis económica", reconoció.
Lula y Obama estarán presentes en la reunión del G-20 de abril y ambos coinciden en que allí se debe restaurar la credibilidad del sistema para que el crédito vuelva a fluir: "Obama y yo estamos convencidos de que la crisis económica puede resolverse con decisiones políticas en el encuentro del G-20". Ambos acordaron la necesidad de coordinarse y presentar políticas comunes por lo que a partir de ahora se celebrarán varias reuniones ministeriales para conseguir una posición común para la cita del G-20 en Londres y la Cumbre de las América de Trinidad y Tobago del 17 al 19 de abril.
Lula da Silva pidió a Barack Obama que establezca una nueva relación "de confianza y no injerencia" con América Latina, que incluya un acercamiento a la Venezuela de Hugo Chávez, a la Cuba de Raúl Castro y a la Bolivia de Evo Morales: "Estados Unidos debería tener una mirada de colaboración con América Latina, pero no de fiscal". Tras su encuentro en la Casa Blanca Lula aseguró que "lo que yo le dije al presidente Obama y lo que creo que va a ocurrir es que es necesario que haya una aproximación a Venezuela, Cuba y Bolivia...pienso que en América Latina debemos de construir una nueva relación, una relación de confianza, de no injerencia".
Lula comentó que Estados Unidos no debería ocuparse de luchar contra las drogas en América Latina y que, en su lugar, los propios países de la región deberían tomar la iniciativa y colaborar entre ellos "para asumir el control de las fronteras". Por eso, propondrá en la próxima reunión de la UNASUR la creación de un consejo para el combate al narcotráfico: "nosotros tenemos que dejar de ser dependientes, porque ahora todo el mundo espera que un país rico venga a hacer las cosas que nosotros mismos debemos hacer".
Respecto a las relaciones bilaterales, Lula dijo que la colaboración entre Brasil y EEUU en el área de biocombustibles y cambio climático dará frutos inmediatos. Lula fue crítico con respecto al proteccionismo de EE.UU: cuestionó los impuestos al etanol brasileño y pidió un aumento del comercio bilateral.
Obama elogió el programa brasileño de biocombustibles pero no dio señales de cambiar la política sobre el etanol: "la cuestión del etanol entre Brasil e Estados Unidos está tensionada y no va a cambiar de un día para otro. Pero a medio plazo puede resolverse". Por su parte, Lula hizo un alegato contra el proteccionismo: "necesitamos dinamizar las economías internamente y garantizar el crédito para el comercio".
Fuente: Infolatam.
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