Chile además tiene un perfil mejor que otros países con la misma calificación, porque el nivel de endeudamiento neto del sector público es casi cero".
La agencia de medición de riesgos Standard & Poor's (S&P) confirmó las calificaciones que confiere a la deuda emitida por Chile, las más altas de Latinoamérica, gracias a sus políticas macroeconómicas "transparentes, prudentes y mantenidas en el tiempo".
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"Chile siempre ha gozado de una posición privilegiada, entre otros factores, por su prudencia y unidad a la hora de crear en época de vacas gordas un colchón muy útil para cuando llegan las vacas flacas", explicó el analista Joydeep Mukherji.
Las calificaciones de Chile, que superan a las de cualquier otro país de Latinoamérica, "están respaldadas por su disciplinado manejo fiscal, que ayuda a ganar estabilidad y previsibilidad económica", añadió el analista. Según S&P, el crecimiento de la economía chilena podría ser inferior al 1% este año y los precios del cobre se mantendrán bajos, lo que puede derivar en un déficit de la cuenta corriente del 4% del Producto Interior Bruto (PIB).
Aun así, los analistas de la agencia creen que "tal escenario no debería generar tensiones macroeconómicas, dada la disponibilidad de reservas fiscales y flexibilidad externa de Chile". Por ese motivo, S&P ha decidido mantener en A+/A-1 la valoración que da a la deuda soberana en moneda extranjera y en AA/A-1+ a la que está en moneda local, al tiempo que anticipa que estos niveles tenderán a mantenerse estables.
"Empezamos la calificación de Chile en agosto de 1992, con BBB, que ya está en grado de inversión, y paulatinamente ha ido subiendo hasta AAA en diciembre de 2007", recordó Mukherji. En su opinión, "Chile además tiene un perfil mejor que otros países con la misma calificación, porque el nivel de endeudamiento neto del sector público es casi cero".
"El Gobierno central, por ejemplo, acabó 2008 con el 14% del PIB en activos gracias a su política contracíclica, por la que desde hace años acumula recursos en fondos de estabilización que luego le permiten mantener sus calificaciones en momentos como este de crisis internacional", relató el analista.
Esa política "prudente" es difícil de conseguir porque requiere un amplio consenso que, según Muhkerji, pocos países tienen. En Chile "hay poca división interna entre partidos para diseñar la política macroeconómica y existe gran respeto a la independencia de los objetivos del Banco Central", comentó el experto. Para S&P, sus "sólidas instituciones públicas y la transparencia de políticas fiscales y monetarias son un buen augurio para la continuidad tras las elecciones de finales de 2009".
Fuente: Información y Análisis de America Latina.
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