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Acaba de terminar la Junta Nacional de la Democracia Cristiana y, de ella sólo puede rescatarse como relevante la proclamación de candidatos y candidatas a alcaldes y concejales, para las próximas municipales de octubre próximo.
El resto fue una lamentable nueva exhibición de cómo la clase política no entiende nada de lo que está pasando en la sociedad chilena. Un acuerdo que mostró un “empate” entre alvearistas y freístas, algo raro si se considera que la senadora y presidenta de la DC cuenta con mayoría en el Consejo, en la Junta y con una eficiente red de adherentes que la blindan y sostienen con firmeza. El acuerdo habla de una fecha y un método para elegir al candidato o candidata de la DC para las próximas elecciones presidenciales de 2009.
Pero nada, nada del clima, de la sensación, de la rabia, de la impotencia que embarga a la mayoría de los chilenos y chilenas.
Escuchamos al ministro del Interior, quien leyó un largo discurso en el cual hizo un recorrido por los que son los principales problemas que nos aquejan en economía, sociedad, educación, energía. La situación no representaría nada extraño, si no se tratara del principal funcionario de un gobierno que desde el día uno ha representado con eficiencia no sólo la ineptitud, sino también la indolencia, Y debemos tener presente que la entrada reciente de Pérez Yoma al gabinete de Bachelet introdujo agilidad, más manejo político y coordinación en un gobierno que, en general ha presentado niveles de despelote nunca antes visto.
Entre los “logros” enunciados por varios oradores de la jornada estuvo presente en forma reiterada “la gran reforma previsional al sistema de AFP”.
Puedo y debo decirlo con fuerza. No hay ni hubo nunca intención seria de reformar el sistema. El sistema sigue incólume, tal cual, sólo se introdujo un sistema solidario de apoyo a los pobres que comenzó este mes, pero nos siguen obligando a entregar nuestro ahorro forzoso y la estructura del sistema sigue tal cual.
Siguen hablando de la más “exitosa coalición de gobierno” en la historia de Chile. Quizás. Pero debemos tener clarito que el éxito se vivió sólo en los primeros años de gobierno, especialmente en los gobiernos de los demócratas cristianos Patricio Aylwin y Eduardo Frei Ruiz Tagle, pero luego se comenzó un declive que hoy se transformó en caída libre. Y…no se dan cuenta. Siguen hablando de lo mismo, siguen mirándose el ombligo, siguen apostando a que la gente seguirá votando por el “mal menor”, siguen viviendo en su burbuja, siguen ignorando losa dolores de la gente, siguen con la flojera mental que les impide pensar con audacia, para solucionar problemas como la crisis energética, el Transantiago, la conectividad de las regiones extremas, solucionar la crisis ambiental que sufren ciudades como Santiago, Temuco y Chillán, crear las bases para que se termine con el abuso de algunos empleadores, dar una educación de calidad a todos y todas, sin importar el tamaño del bolsillo de su familia. En fin, la lista de supermercado de lo que no hacen es demasiado larga, y la ineficiencia aun más.
Lamentable esta Junta nacional. Se perdió otra oportunidad de decir cosas importantes, de dejar de mirarse el ombligo, Hicieron lo mismo de siempre. Escucharse entre ellos y ellas, para terminar con un abrazo que esconde las diferencias, y no da cuenta de ningún esfuerzo por ser una organización política de verdad.
Revista Impacto.
El resto fue una lamentable nueva exhibición de cómo la clase política no entiende nada de lo que está pasando en la sociedad chilena. Un acuerdo que mostró un “empate” entre alvearistas y freístas, algo raro si se considera que la senadora y presidenta de la DC cuenta con mayoría en el Consejo, en la Junta y con una eficiente red de adherentes que la blindan y sostienen con firmeza. El acuerdo habla de una fecha y un método para elegir al candidato o candidata de la DC para las próximas elecciones presidenciales de 2009.
Pero nada, nada del clima, de la sensación, de la rabia, de la impotencia que embarga a la mayoría de los chilenos y chilenas.
Escuchamos al ministro del Interior, quien leyó un largo discurso en el cual hizo un recorrido por los que son los principales problemas que nos aquejan en economía, sociedad, educación, energía. La situación no representaría nada extraño, si no se tratara del principal funcionario de un gobierno que desde el día uno ha representado con eficiencia no sólo la ineptitud, sino también la indolencia, Y debemos tener presente que la entrada reciente de Pérez Yoma al gabinete de Bachelet introdujo agilidad, más manejo político y coordinación en un gobierno que, en general ha presentado niveles de despelote nunca antes visto.
Entre los “logros” enunciados por varios oradores de la jornada estuvo presente en forma reiterada “la gran reforma previsional al sistema de AFP”.
Puedo y debo decirlo con fuerza. No hay ni hubo nunca intención seria de reformar el sistema. El sistema sigue incólume, tal cual, sólo se introdujo un sistema solidario de apoyo a los pobres que comenzó este mes, pero nos siguen obligando a entregar nuestro ahorro forzoso y la estructura del sistema sigue tal cual.
Siguen hablando de la más “exitosa coalición de gobierno” en la historia de Chile. Quizás. Pero debemos tener clarito que el éxito se vivió sólo en los primeros años de gobierno, especialmente en los gobiernos de los demócratas cristianos Patricio Aylwin y Eduardo Frei Ruiz Tagle, pero luego se comenzó un declive que hoy se transformó en caída libre. Y…no se dan cuenta. Siguen hablando de lo mismo, siguen mirándose el ombligo, siguen apostando a que la gente seguirá votando por el “mal menor”, siguen viviendo en su burbuja, siguen ignorando losa dolores de la gente, siguen con la flojera mental que les impide pensar con audacia, para solucionar problemas como la crisis energética, el Transantiago, la conectividad de las regiones extremas, solucionar la crisis ambiental que sufren ciudades como Santiago, Temuco y Chillán, crear las bases para que se termine con el abuso de algunos empleadores, dar una educación de calidad a todos y todas, sin importar el tamaño del bolsillo de su familia. En fin, la lista de supermercado de lo que no hacen es demasiado larga, y la ineficiencia aun más.
Lamentable esta Junta nacional. Se perdió otra oportunidad de decir cosas importantes, de dejar de mirarse el ombligo, Hicieron lo mismo de siempre. Escucharse entre ellos y ellas, para terminar con un abrazo que esconde las diferencias, y no da cuenta de ningún esfuerzo por ser una organización política de verdad.
Revista Impacto.
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