BIBLIA, libro mío, libro en cualquier tiempo y en cualquier hora, bueno y amigo para el corazón, fuerte, poderoso compañero. Tu desnudez asusta a los hipócritas y tu pureza es odiosa a los libertinos.

Gabriela Mistral


lunes, 21 de abril de 2008

Quien es Mauricio Salinas Escobar - Para una política democrática de seguridad ciudadana


Mauricio Salinas Escobar, Abogado. Secretario Corporación Ciudadanía y Justicia, Asesor académico adjunto del Instituo Jorge Ahumada y columinsta permanente de la revista Impacto.

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Su vision:

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Una política democrática de seguridad ciudadana se funda en los mismos principios que todas las políticas democráticas. Así, Libertad, Justicia Social, Solidaridad, Igualdad , Tolerancia, Derechos Humanos, Equidad, Dignidad Humana, Fraternidad, Reflexión Crítica, son las bases de ella.

Se ubica siempre en el contexto de una política democrática en general, que abarque todas las dimensiones necesarias para dar seguridad a los seres humanos: Seguridad Personal, Seguridad Social, Seguridad Familiar, Seguridad Laboral, Seguridad Previsional, Seguridad Económica, etc. Está destinada a eliminar o disminuir los miedos y las razones de los miedos, que hay presentes en nuestra sociedad.

Está dirigida a disminuir los niveles de violencia, de cualquier naturaleza, que hay en nuestra convivencia. Por lo tanto, debe evitar el uso de soluciones violentas para enfrentar la inseguridad. Tanto por una cuestión de principios como porque no se puede terminar la violencia con más violencia. El castigo, cuando llega, llega siempre después que el mal está causado. Queremos evitar el mal. Además que es mucho más barato prevenir que castigar. Las armas y la justicia por propia mano son los mejores aliados de la inseguridad. Con ellas sólo se intensifica el circulo vicioso de la violencia.

Una política democrática de seguridad ciudadana no estigmatiza, especialmente a los sectores más vulnerados y más desposeídos. La gran mayoría de los pobres no delinque y si lo hacen muchos no pobres. Lo que pasa es que cada cual no comete el delito que quiere, sino el que puede. El concepto de delito contiene una amplia gama de conductas. Los fraudes, la evasión tributaria y los delitos de cuello blanco en general, son tanto o más frecuentes que los delitos cometidos generalmente por pobres y son socialmente más dañinos, solo que su efecto es indirecto y, sus autores son personas con poder, lo que por lo mismo hace que no sean mostrados por los medios de comunicación como delincuentes.

Considera las causas mas profundas y variadas de las inseguridades, relevando la prevención social y atacando los factores asociados a la delincuencia, como las desigualdades, las discriminaciones, las dominaciones, las exclusiones, la desintegración social y el afán de lucro excesivo, fácil y rápido. Por otra parte, la inseguridad ciudadana es otra injusticia social más, pues se distribuye desigualmente, de acuerdo a los recursos de cada uno.

Tiene, por lo tanto un sentido de transformación social. Cada sociedad tiene las inseguridades que produce. En consecuencia, promueve el cambio social, examinando críticamente las condiciones sociales de nuestra convivencia. “El delito es un síntoma”, dijo el General Ugarte, ex -Director de Carabineros. Una política democrática, ataca principalmente la enfermedad y no solo los síntomas.

Apunta a la reparación y protección de la víctima, en todas las dimensiones en que ésta haya sido violentada. Considera el castigo como un mal inevitable, reservándolo para los atentados más graves a nuestra convivencia, y destinado a no generar una sensación de impunidad. Propicia la participación de la victima en la elaboración de la solución al conflicto que el delito supone (mediación, etc).

Considera a la seguridad como una, pública e igual para todos. Carabineros es la única institución para la prevención policial. Evita que el dinero mande en las políticas al respecto, ya que, por una parte, al convertirse en negocio, se deja de tener interés en que el problema se acabe, y por la otra, porque se distribuye la seguridad de manera proporcional a los medios que se tengan.

Todos los problemas sociales se deben enfrentar con la participación de la ciudadanía, pero en el caso de la seguridad esto es imprescindible. La prevención social o la situacional no son posibles sin la participación organizada de la comunidad.

No concibe a las políticas sociales como un medio para la prevención del delito, sino por el contrario, como la decisión de la sociedad para hacer efectiva la vigencia de los Derechos Humanos. Por ejemplo, los jóvenes tienen derecho a tener lugares de deportes o esparcimiento, no para que no delincan, sino por el solo hecho de existir. Esto, independientemente de que el efecto preventivo se produzca.

Promueve la confianza en los otros y el fortalecimiento de los vínculos sociales. No se puede superar el miedo con medidas que tienen como fundamento el miedo al otro. Si, como es obvio, estamos obligados a convivir en sociedad, con otros, pero los veo como potenciales atacantes, enemigos o competidores, ¿Cómo podré sentirme seguro por más medidas que tome?

Finalmente, el problema de las drogas debe ser debidamente contextualizado y comprendido para no caer en simplismos. Chile es uno de los países con mas alto uso de drogas legales en el mundo, como calmantes, estimulantes, etc. No es entonces raro, en nuestro medio, el consumo de drogas. En esta perspectiva, las drogas, legales e ilegales, consumidas por algunos para mantener sus niveles de “éxito” o precisamente por haberlos alcanzado, y por otros, para soportar sus frustraciones, no son sólo la causa de la vida que llevan, sino también su resultado.

Por tanto, se deben privilegiar las medidas preventivas y la rehabilitación de los consumidores problemáticos, y, por otra parte, impedir la instalación de los grandes narcotraficantes, que financian el delito y con su poder económico corrompen las instituciones. Por último, y como siempre, debemos buscar en el tipo de sociedad que tenemos (y hacemos) las claves de nuestros problemas.

Mauricio Salinas Escobar. Abogado. Secretario Corporación Ciudadanía y Justicia.
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1 comentario:

Anónimo dijo...

El señor Salinas es una persona carente de credibilidad y que sólo sirve de propagandista para el Gobierno. Ausente de argumentos, sus diatribas son sólo difamaciones contra sus adversarios que sí ofrecen mejores fundamentos que los suyos. Afortunadamente, este sitio web es uno de los pocos que toma en serio al señor Salinas.