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Claudio Orrego y Marcelo Trivelli forman parte del selecto grupo de políticos adelantados que usan sin temor las herramientas de la llamada Web 2.0 en su favor. Sin exagerar, tanto Orrego como Trivelli están ubicuos: los encuentras no sólo en los lugares más "obvios" como en Facebook, Youtube o en sus propios blog sino que además están desde hace pocas semanas usando también Twitter, la popular herramienta de Micro-Blogging que ya han están utilizando otros políticos como Barack Obama en Estados Unidos o Sebastian Piñera en Chile.
Dado que conozco personalmente a ambos candidatos y que además he tenido la oportunidad de aportarles con algunos consejos para sacar más partido a estas herramientas es que me atrevo a recomendarles a los centenares de candidatos a alcaldes y concejales que sigan con mucha detención la manera en la que Orrego & Trivelli estarán potenciando sus campañas con la ayuda de Internet. Hay bastante que aprender de ellos, pero las principales lecciones no tienen que ver con las herramientas que usan sino que con los propósitos que hay detrás. Eso es lo que explico a continuación.
Claudio Orrego: Varios pasos adelante.
Demostrando una vez más lo adelantado que es en términos del uso de herramientas tecnológicas, Claudio Orrego, el edil de Peñalolén, se ha incorporado de lleno a la "política 2.0″ siendo además de lo ya señalado en este artículo (y en varios otros de este blog) el primer político chileno con una aplicación propia de Facebook. Para lograrlo, Orrego contó con el apoyo de Blue Company, los que desarrollaron una sencilla pero efectiva aplicación que pueden agregar todos los usuarios de esa red Social. Quiero destacar especialmente el enfoque pragmático y muy "Obamaniano" de Orrego: La Web 2.0 no es sólo para dialogar más abiertamente con el electorado sino que para "democratizar" el financiamiento de la campaña. Mientras más transparente y menos dependiente de los grandes financistas sean las campañas políticas mucho mejor.
Y es que tenemos que ser claros: esos grandes financistas son generalmente empresarios que podrían tarde o temprano "cobrar" la cuenta. Esa es quizás la principal lección que la candidatura de Barack Obama -enormemente potenciada por la Web- les ha dejado a políticos como Orrego: Se vota con un lápiz en las urnas pero también con la billetera en las campañas.
Recordemos que Claudio Orrego fue probablemente el primer político chileno en conseguir autorización para recibir donaciones vía tarjeta de crédito en la pasada elección municipal (2004) y por lo mismo ahora quiere sumar mucho más de lo recolectado esa primera vez. En esa oportunidad Orrego pudo recaudar sólo unos 3 millones de pesos (aprox. US$6,000), pero la cifra podría doblarse en esta oportunidad considerando que en sólo unas semanas ya lleva más de 1000 adherentes. La campaña municipal de este año será el primer round para demostrar qué tanto ha penetrado el espíritu de la Web 2.0 en los candidatos, pero ya hay algunos trabajando para las presidenciales del 2009.
Marcelo Trivelli: El Presidenciable Tecno-Entusiasta.
Claramente no es tan avezado como Orrego, pero no se queda atrás en ganas de aprender. Al menos hasta ahora, el precandidato presidencial Marcelo Trivelli ha demostrado bastante sensibilidad frente al tema de las nuevas tecnologías y su uso como "potenciador" (no substituto) de las formas más tradicionales de hacer política.
Al respecto quiero destacar su reciente participación en el foro Comunica 2.0 al que me referí hace un par de semanas en este espacio. En dicha instancia Trivelli explicó su acercamiento con la Web 2.0 señalando que "desde el punto de vista de las redes, descubrí que con la Web 2.0 se pueden romper los paradigmas jerárquicos y hacerlas más horizontales".Sí, de eso precisamente se trata todo esto. El asunto de lo "dos punto cero" no es una moda. Es una manera de ver el mundo que difiere totalmente del modus operandi tradicional de los partidos políticos. Es la política de las redes versus la política de la jerarquía.
Cierto que algunos podrían ver con desconfianza o escepticismo los intentos de estos dos personajes para subirse al carro de la "Web Social" pero al menos en lo que a mi respecta me consta que tratan de hacer un esfuerzo honesto: tienen ganas de aprender y utilizan las herramientas con bastante más moderación y respeto que otros usuarios presuntamente más entendidos y que ni siquiera escriben sus propios blogs, mantienen su propia cuenta personal de Facebook y menos contestan sus propios correos electrónicos. También para los novatos.
Pero no sólo los más avanzados pueden ser políticos 2.0: desde la semana pasada los candidatos sin mucha experiencia en el mundo digital cuentan con el portal TU ELIGES de la Fundación País Digital. En ese espacio cualquiera de los postulantes a la carrera municipal podrá usar -gratis y con el apoyo de la fundación- alguna de las herramientas más populares para interactuar con sus electores. Voy a referirme a esto en un próximo artículo, pero me interesaba destacar en el ejemplo de estos dos personajes la cuestión que realmente importa: la política detrás de la política 2.0.
Claudio Orrego y Marcelo Trivelli forman parte del selecto grupo de políticos adelantados que usan sin temor las herramientas de la llamada Web 2.0 en su favor. Sin exagerar, tanto Orrego como Trivelli están ubicuos: los encuentras no sólo en los lugares más "obvios" como en Facebook, Youtube o en sus propios blog sino que además están desde hace pocas semanas usando también Twitter, la popular herramienta de Micro-Blogging que ya han están utilizando otros políticos como Barack Obama en Estados Unidos o Sebastian Piñera en Chile.
Dado que conozco personalmente a ambos candidatos y que además he tenido la oportunidad de aportarles con algunos consejos para sacar más partido a estas herramientas es que me atrevo a recomendarles a los centenares de candidatos a alcaldes y concejales que sigan con mucha detención la manera en la que Orrego & Trivelli estarán potenciando sus campañas con la ayuda de Internet. Hay bastante que aprender de ellos, pero las principales lecciones no tienen que ver con las herramientas que usan sino que con los propósitos que hay detrás. Eso es lo que explico a continuación.
Claudio Orrego: Varios pasos adelante.
Demostrando una vez más lo adelantado que es en términos del uso de herramientas tecnológicas, Claudio Orrego, el edil de Peñalolén, se ha incorporado de lleno a la "política 2.0″ siendo además de lo ya señalado en este artículo (y en varios otros de este blog) el primer político chileno con una aplicación propia de Facebook. Para lograrlo, Orrego contó con el apoyo de Blue Company, los que desarrollaron una sencilla pero efectiva aplicación que pueden agregar todos los usuarios de esa red Social. Quiero destacar especialmente el enfoque pragmático y muy "Obamaniano" de Orrego: La Web 2.0 no es sólo para dialogar más abiertamente con el electorado sino que para "democratizar" el financiamiento de la campaña. Mientras más transparente y menos dependiente de los grandes financistas sean las campañas políticas mucho mejor.
Y es que tenemos que ser claros: esos grandes financistas son generalmente empresarios que podrían tarde o temprano "cobrar" la cuenta. Esa es quizás la principal lección que la candidatura de Barack Obama -enormemente potenciada por la Web- les ha dejado a políticos como Orrego: Se vota con un lápiz en las urnas pero también con la billetera en las campañas.
Recordemos que Claudio Orrego fue probablemente el primer político chileno en conseguir autorización para recibir donaciones vía tarjeta de crédito en la pasada elección municipal (2004) y por lo mismo ahora quiere sumar mucho más de lo recolectado esa primera vez. En esa oportunidad Orrego pudo recaudar sólo unos 3 millones de pesos (aprox. US$6,000), pero la cifra podría doblarse en esta oportunidad considerando que en sólo unas semanas ya lleva más de 1000 adherentes. La campaña municipal de este año será el primer round para demostrar qué tanto ha penetrado el espíritu de la Web 2.0 en los candidatos, pero ya hay algunos trabajando para las presidenciales del 2009.
Marcelo Trivelli: El Presidenciable Tecno-Entusiasta.
Claramente no es tan avezado como Orrego, pero no se queda atrás en ganas de aprender. Al menos hasta ahora, el precandidato presidencial Marcelo Trivelli ha demostrado bastante sensibilidad frente al tema de las nuevas tecnologías y su uso como "potenciador" (no substituto) de las formas más tradicionales de hacer política.
Al respecto quiero destacar su reciente participación en el foro Comunica 2.0 al que me referí hace un par de semanas en este espacio. En dicha instancia Trivelli explicó su acercamiento con la Web 2.0 señalando que "desde el punto de vista de las redes, descubrí que con la Web 2.0 se pueden romper los paradigmas jerárquicos y hacerlas más horizontales".Sí, de eso precisamente se trata todo esto. El asunto de lo "dos punto cero" no es una moda. Es una manera de ver el mundo que difiere totalmente del modus operandi tradicional de los partidos políticos. Es la política de las redes versus la política de la jerarquía.
Cierto que algunos podrían ver con desconfianza o escepticismo los intentos de estos dos personajes para subirse al carro de la "Web Social" pero al menos en lo que a mi respecta me consta que tratan de hacer un esfuerzo honesto: tienen ganas de aprender y utilizan las herramientas con bastante más moderación y respeto que otros usuarios presuntamente más entendidos y que ni siquiera escriben sus propios blogs, mantienen su propia cuenta personal de Facebook y menos contestan sus propios correos electrónicos. También para los novatos.
Pero no sólo los más avanzados pueden ser políticos 2.0: desde la semana pasada los candidatos sin mucha experiencia en el mundo digital cuentan con el portal TU ELIGES de la Fundación País Digital. En ese espacio cualquiera de los postulantes a la carrera municipal podrá usar -gratis y con el apoyo de la fundación- alguna de las herramientas más populares para interactuar con sus electores. Voy a referirme a esto en un próximo artículo, pero me interesaba destacar en el ejemplo de estos dos personajes la cuestión que realmente importa: la política detrás de la política 2.0.
Por Luis Ramírez.
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