.
El actual debate sobre la seguridad ciudadana muestra como el imaginario del delito es la gran sopa donde se revuelven nuestros temores y las voluntades políticas de utilizarlos en contra del contrincante en la lucha por el poder. Así tenemos que mientras las encuestas de la IV ENUSC muestra una disminución consistente del delito en los últimos cinco años (2003-2007) donde la victimización de las personas cayó en un 23.1%, asimismo la victimización de los hogares disminuyó en un 19.1%; no obstante lo anterior, la opinión sobre el aumento de la delincuencia en el barrio creció en un 20% y la sensación de seguridad desmejoró en un 16.6%, sin embargo, durante el mismo período, la población que tomó alguna medida para prevenir o protegerse del delito, la actitud de temor, decreció en un 38,7%, de igual manera la expectativa de ser víctima de algún delito disminuyó también en un 11.5%. Aquí está claro que las conductas y las expectativas de la población nacional en seguridad ciudadana son coherentes con la experiencia –percepción objetiva- en cambio la opinión – percepción subjetiva – es coherente con la construcción que el debate político, académico y comunicacional ha generado sobre el asunto.
Ibán de Rementería
Corporación Ciudadanía y Justicia
El actual debate sobre la seguridad ciudadana muestra como el imaginario del delito es la gran sopa donde se revuelven nuestros temores y las voluntades políticas de utilizarlos en contra del contrincante en la lucha por el poder. Así tenemos que mientras las encuestas de la IV ENUSC muestra una disminución consistente del delito en los últimos cinco años (2003-2007) donde la victimización de las personas cayó en un 23.1%, asimismo la victimización de los hogares disminuyó en un 19.1%; no obstante lo anterior, la opinión sobre el aumento de la delincuencia en el barrio creció en un 20% y la sensación de seguridad desmejoró en un 16.6%, sin embargo, durante el mismo período, la población que tomó alguna medida para prevenir o protegerse del delito, la actitud de temor, decreció en un 38,7%, de igual manera la expectativa de ser víctima de algún delito disminuyó también en un 11.5%. Aquí está claro que las conductas y las expectativas de la población nacional en seguridad ciudadana son coherentes con la experiencia –percepción objetiva- en cambio la opinión – percepción subjetiva – es coherente con la construcción que el debate político, académico y comunicacional ha generado sobre el asunto.
Ibán de Rementería
Corporación Ciudadanía y Justicia
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario