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Increíble, sólo así se puede describir la sensación de cualquier chileno o chilena al leer hoy los diarios, y enterarse que los diputados se aumentaron en $100.000 la asignación mensual por bencinas.
Así es, la comisión de régimen interno de la Cámara, junto a los “jefes de bancada” respaldaron, lea bien, “unánimemente” la reasignación debido al alza de los combustibles. De esta forma a los 771.000 pesos que perciben mensualmente para hacer funcionar sus autos se suma lo acordado (cien mil pesos más), y que rige a contar de este mes de agosto.
¿Por qué el título de esta nota? Fácil, sólo de esta forma puede calificarse la decisión parlamentaria a la luz de la situación que están sufriendo millones de chilenos. Mientras los más pobres tienen que esperar la entrega de algún subsidio ( $ 1.500 si es que el estado hace bien su tarea), la clase media debe absorber todas las alzas: las de combustibles, de agua, de electricidad, de alimentos sin ningún paliativo.
Y, en el caso de los combustibles, las autoridades se atreven a decir que una baja en el impuesto específico incentivaría el uso del automóvil, y por lo tanto aumentaría la contaminación, así que, ¡a usar el Transantiago se ha dicho! en el caso de los capitalinos y, la destartalada y antigua locomoción en caso de las regiones. La decisión es, a todas luces un descriterio.
¿Cómo no se les ocurre pensar que a la luz de los magros ingresos, un aumento de cien mil pesos para gasto de combustible mensual es una bofetada en el rostro de la gente? La suma fue calificada como insuficiente para cubrir las semanales alzas (¿se fijan que cambiaron las alzas del lunes a jueves para “diluir” el efecto mediático?) y, aún más, se indicó que hace cuatro años no se “reajustaba”.
Así, ahora los parlamentarios percibirán 4 millones de pesos como dieta líquida a lo que se suman, gastos de representación por algo más de 2 millones de pesos, gastos por arriendos y telefonía por más de 500 mil pesos, gastos por remuneraciones a secretarios por 2.200.000 pesos y 871 mil pesos para los 1.400 litros mensuales de combustibles, estos últimos no deben ser rendidos por los diputados. En total aumentaron en un 11% la asignación por este item.
Será bueno tener presente la generosidad de los honorables al momento de fijar por unanimidad este reajuste cuando se discuta el aumento salarial para los empleados públicos, y para el ingreso mínimo.
Finalmente un cogollo ¿todavía, después de actuar con este descriterio monumental, se pregunta la clase política por qué su desprestigio aumenta en cada medición?
Por Myriam Verdugo G.
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