viernes, 22 de agosto de 2008
HONDURAS: Cardenal hondureño alerta: "Algunos países intentan volver atrás, con el populismo".
"Papábile" Rodríguez Maradiaga viaja por el mundo como un "rock star" del Vaticano y viene a difundir la nueva misión de los cristianos para combatir la pobreza.
Habla del sexo de hoy, de los políticos estilo Chávez y de cómo profundizar la fe en los agitados tiempos de la globalización.
La primera vez que estuvo en Chile fue en 1981. Desde entonces, asegura, nuestro país ha cambiado mucho "en tantas cosas, como la democracia y el desarrollo, porque es uno de los pocos países que camina hacia el desarrollo y bastante bien".
La mirada es del cardenal hondureño Oscar Rodríguez Maradiaga, presidente de Caritas Internacional, ex presidente del Celam y uno de los pocos nombres latinoamericanos que se dieron como "papábile" para suceder a Juan Pablo II en 2005.
Lleva una semana en el país, invitado por el Cardenal Francisco Javier Errázuriz a participar en el retiro del clero santiaguino que se realiza precisamente en la casa de ejercicio que los Salesianos, su orden, tienen en Lo Cañas.
Viaja siempre acompañado de su notebook, "porque gracias a internet tengo acceso a muchísima bibliografía que me permite trabajar".
-¿Y tiene Facebook?
-No, simplemente porque no tenemos tiempo... nuestro tiempo también debemos dárselo a Dios.
La respuesta cristiana al tema de la pobreza
Mañana dará una charla a jóvenes, organizada por la Pastoral Social. Hablará sobre "La espiritualidad de la solidaridad", un tema que le apasiona dado que considera que "la solidaridad es la respuesta cristiana al tema de la pobreza".
"Algunos piensan que basta producir más para que se alivie la pobreza, pero no es así porque uno de los problemas más graves es la inequidad. Entonces cuando se produce más, se enriquecen más lo que más tienen y la solidaridad es la que hace que se pueda llegar a los más pobres", explica.
Asegura que la idea no es sólo dar, sino también buscar diferentes vías para ayudar como, por ejemplo, la entrega de microcréditos. Pero no es lo único.
-En Chile se gestó un gran debate cuando monseñor Alejandro Goic habló de establecer un salario ético.
-Monseñor Goic no inventó una cosa rara, está ahí en la Doctrina Social de la Iglesia, pero que muy poco se ha aplicado. Desde el Papa León XIII a finales del siglo XIX que se comienza a llevar a este mensaje. Y el Papa Juan Pablo II también habló de eso.
Y agrega: "Quizás Chile sea uno de los pocos países que pueden llegar a lograr el salario ético y es bueno porque necesitamos realizaciones pacíficas especialmente en nuestro continente, en donde en algunos países se está tratando de volver atrás, como por ejemplo, con el populismo".
-¿Se refiere a la Venezuela de Hugo Chávez?
-¡Todo el mundo sabe cuáles son! Ya suficientes palos me ha dado Chávez por decir la verdad, así es que mejor lo dejamos así.
Luego prosigue su idea: "Calcar modelos que se agotaron en la historia no es el camino. Sólo en el diálogo y en la democracia se puede lograr el desarrollo. Con el odio y la confrontación, con la muerte, la violencia, no se logra nada. Por eso no debemos volver atrás, sino mirar adelante con esperanza".
-¿Qué ventajas tiene Chile para lograr esa meta?
-Siento que Chile ha logrado fortalecer mucho la democracia y, sin referirme directamente a una opción política, concertar y dialogar es muy importante. Eso les ha llevado a unificar distintas tendencias políticas en busca del bien común. Y eso es lo más importante.
"El poder tienta"
Asegura que otro de los valores que también hay que cuidar es la probidad, por eso ve con buenos ojos que se busquen fórmulas para evitar la corrupción. De hecho recuerda que cuando era presidente del Celam se hizo un seminario sobre "Corrupción y Probidad", en 1997, que incluso fue citado por la jueza Gloria Ana Chevesich en una de sus sentencias del caso MOP-Gate. Dice que escogieron nuestro país precisamente porque era el más probo y menos corrupto. "Y lo digo con admiración".
-Hoy en Chile hay muchos casos judiciales por denuncias de corrupción.
-Es que no es fácil combatir la corrupción, porque el ser humano está inclinado al mal y el poder tienta. Muchas veces las personas que tienen poder, en cualquier esfera, terminan con la tentación del dinero fácil, la codicia. Y cuando eso entra en el sistema es horrible.
Por eso , acota, "la verdad y la credibilidad son los dos cauces del río en que se deben mover las personas que tienen cargos públicos".
"Yo hablo de narco-negocio"
También le preocupan otros riesgos que enfrenta la sociedad, como el narcotráfico: "Yo hablo de narco-negocio porque la droga llega y se posesiona de todo: de policías, de jueces y eso es el primer mal que debemos combatir. En Centroamérica se vive fuertemente. Y en México ya es trágico, porque dejaron que se adueñara del país y ahora erradicarlo es muy difícil".
Sus denuncias le han valido más de una amenaza de muerte de los grupos mafiosos, pero el cardenal Rodríguez no se amilana: "Si hay alguien que puede estar tranquilo es el sacerdote, porque le entregó su vida a Dios desde el principio. Entonces, si algún día yo fuera víctima de la violencia, la visa está en el pasaporte y estamos listos, en el momento cuando Dios quiera".
"Hoy tenemos algo así como un supermercado religioso"
Le preocupa la falta de formación de los católicos.
-Entonces se produce un éxodo, una migración de una confesión religiosa a otra. Eso se produce a veces por falta de educación en la fe y hay distintas ofertas. Hoy día tenemos algo así como un supermercado religioso, en donde cada uno elige su religión a la carta. Y eso es un gran desafío para nosotros, no porque queramos competir con nadie, sino para revisar nuestra evangelización en especial en lo que se refiere a la educación. Por ejemplo, la conferencia de Aparecida habla muy claramente de estos procesos de evangelización de la fe. Para algunas personas, la única educación de la fe que han recibido es una catequesis presacramental, para su Primera Comunión. Y lógicamente una fe infantil no puede sustentar una vida adulta.
-¿Qué se puede hacer?
-Una de las conclusiones que tomamos en Aparecida es preocuparnos más para que el bautizado tenga procesos de educación en su fe. Y esto también es de motivación. Tal como mucha gente va a la universidad a estudiar, a sacar postgrados, doctorados, debería haber gente que quisiera avanzar en la fe, en el conocimiento de la Biblia, de la Doctrina Social de la Iglesia. Creen que eso es sólo para sacerdotes y especialistas. Y eso es lo que en Aparecida se llamó la Gran Misión Continental, que el domingo se lanzó en Quito ( y también en las parroquias en Chile). Eso quiere decir que cada uno piense en la fe, pero no como un ornamento, sino como algo esencial en la vida. La fe es algo que tiene mucho que decir en la familia, en la sociedad, en la justicia, en la economía, en la política. No es un adorno, la fe ilumina la vida para hacerla más humana.
-¿Cómo se impulsa aquello en una sociedad donde las relaciones de pareja pasan más por el sexo que por el amor?
-Cuando el sexo se reduce a un pasatiempo o diversión, es deshumanización y toca volver a educarnos en que esa deshumanización no es un avance. Entonces da lástima que una humanidad que avanza en tecnología, en la ciencia, que ha logrado vencer muchas enfermedades, retroceda en estos otros aspectos.
-¿Y cómo evita la Iglesia caer en una suerte de inquisición?
-Es que a nosotros no nos toca condenar, nos toca iluminar con la luz y claridad del Evangelio. Y esa es una luz en medio de las tinieblas.
Vientres de alquiler son una "deshumanización"
-¿Cómo ve la paternidad de Ricky Martín gracias a un vientre alquilado?
-¡Pero si eso es como si estuvieran haciendo ganado! Y es disminuir la dignidad de la persona humana. Porque una vida que comienza no puede ser fruto de un alquiler.
-¿Le chocó la noticia?
-Naturalmente. Eso quiere decir que es una sociedad que se deshumaniza. Peor todavía cuando se trata de un líder, como es un artista. El punto es que sin Dios la humanidad puede llegar a la selva. Sólo pensemos en la cantidad de embriones que están congelados hoy día con esto de la fecundación in vitro. ¿Y sabe por qué nadie toma la decisión de destruirlos? Porque se sabe que son vidas y que el día de mañana alguien que elimine embriones congelados puede ser llevado a un tribunal. ¿Por qué esa deshumanización, cuando hay una ley de Dios y hay una ley natural?
Por Viviana Candia V.
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