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Gabriela Mistral


viernes, 2 de mayo de 2008

Cuanto pagan las Universidades Chilenas.


Mientras un rector puede ganar hasta $ 12 millones mensuales, entre los académicos la dispersión de sueldos es abismante. Algunos datos relevantes: los mejor pagados son los decanos, las remuneraciones más altas están siempre en las escuelas de Economía e Ingeniería, y en los profesores Part Time los pagos pueden llegar hasta la simbólica cifra de $ 1.000 por hora de clases. Así funciona el particular mercado de los salarios universitarios en Chile. Por Antonieta De la Fuente

En la lucha por el talento, las universidades no se dan tregua. Durante los últimos años, la fuerte arremetida de las instituciones privadas para enrolar mentes brillantes y preparadas a sus cuerpos académicos está empujando al alza las remuneraciones de los profesores. De hecho, según el rector de una de las entidades particulares más grandes del país, estas organizaciones ofrecen sueldos que pueden llegar a ser hasta 30% más altos que en las tradicionales.

Pero el mapa de los sueldos de profesores universitarios es más complejo que eso. Porque, más allá de ese incremento producto de la competencia, aún persisten diferencias abismales entre carreras y universidades. No existen, además, referentes precisos para establecer las rentas y, en la gran mayoría de los casos, los sueldos no son fijos y se descomponen en diferentes asignaciones extra. Los doctorados, por ejemplo, son mejor pagados que los magíster y también reciben un salario más alto quienes desempeñan cargos administrativos además de sus obligaciones académicas. La exclusividad se paga y quienes investigan también reciben premio. Incluso, existen asignaciones por desempeño y los mejor evaluados reciben un bono extra en su remuneración.

Rectores y decanos

Son, por lejos, los mejor pagados dentro del ámbito universitario. Su trayectoria y la responsabilidad de ser la cara visible de la institución los ubica en lo más alto del escalafón de sueldos del sistema universitario chileno. Se trata de un mercado acotado. En Chile hay 60 rectores, de los cuales 25 integran el Consejo de Rectores de las Universidades tradicionales y 35 corresponden a casas de estudio con capitales privados. Estos funcionarios reciben sueldos que pueden llegar incluso hasta los $ 10 millones mensuales. Aunque todo, claro, depende de la universidad.

Según un ex rector de una universidad tradicional, las privadas de mayor tamaño -aquellas que tienen sobre 3.000 estudiantes- pagan las rentas más altas: sobre $ 12 millones, aunque el rector de una prestigiosa universidad privada dice que los salarios no pasan de los $ 10 millones al mes.

Entre otros, Andrés Benítez, Ernesto Silva Bafalluy, Orlando Poblete, Carlos Peña -rectores de la Adolfo Ibáñez, Del Desarrollo, De Los Andes y Diego Portales, respectivamente- se ubicarían en este rango.

Las instituciones académicas de menor tamaño -aquellas que tienen menos de 1.500 alumnos, como la Universidad Arcis, Pedro de Valdivia y La República- pueden llegar a pagar entre $ 5 millones y $ 6 millones a sus rectores. En el caso de los establecimientos tradicionales, como la Universidad de Chile, el salario de su rector, Víctor Pérez, se ubicaría alrededor de los $ 7 millones.

Un escalón más abajo de los rectores están los decanos. Para posicionarse en el competitivo mercado del conocimiento, las universidades tienden a privilegiar a personajes reconocidos por el mercado para que dirijan sus facultades. Es el caso de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad Diego Portales, cuyo decano es el destacado arquitecto chileno Mathias Klotz, mientras que en la Facultad de Ciencias de la Salud, el decanato está a cargo del doctor Fernando Mönckeberg, Premio Nacional de Ciencias en 1998. También sucedió con el actual gerente general de D&S, Enrique Ostalé, que ocupó el cargo de decano de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez entre fines de 2001 y mediados de 2005. Según explica el rector de una universidad privada, a profesionales de este tipo que deben "levantarse del mercado" se les considera decanos A, y sus sueldos se ubican levemente por debajo de lo que ganarían como ejecutivos de empresas.

Por otro lado, están los decanos de perfil académico, que en el caso de las ingenierías o Economía reciben sueldos entre $ 7 y $ 8 millones en las universidades más grandes. En este rango se ubicarían, por ejemplo, Felipe Morandé -decano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile- o Alfonso Gómez y Leonidas Montes, decanos de la Escuela de Negocios y de Gobierno de la Adolfo Ibáñez, respectivamente.

Una universidad de menor tamaño como la Alberto Hurtado paga cerca de $2,5 millones al decano de Economía y Negocios, el ex ministro de Economía Jorge Rodríguez Grossi. Los decanos de las carreras de Derecho se ubican más hacia el centro de la escala, con sueldos que pueden ir desde los $ 2 millones hasta los $ 6 millones. Mientras que los decanos de las carreras del área humanidades reciben una renta promedio de $ 2,5 millones.

Rentas altas

Si de carreras se trata, las ingenierías y Economía llevan la delantera en cuanto a sueldos de sus profesores. Incluso en algunos casos, un profesor de prestigio, con doctorado y publicaciones a su haber puede llegar a percibir una renta superior a la de un decano.

Pero los salarios de los profesores no son fijos. Dependen de las asignaciones que vayan sumando, ya sea por investigación, cargos administrativos o desempeño. En el caso de la Universidad del Desarrollo, por ejemplo, las Facultades de Economía y Negocios e Ingeniería premian a los profesores que hacen publicaciones ISI, categoría que se les da a revistas especializadas en ciencia económica. De hecho, se les entrega un bono de $ 1 millón por 12 meses que se suma al sueldo base, que va desde $ 1,5 millón hasta $ 4,5 millones. En la Universidad Diego Portales, en cambio, se les entrega $ 2 millones a los académicos que logran publicar un ISI, además de la renta básica que se ubica entre $ 1,2 millón y $ 1,7 millón.

Diferente es la realidad en la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, que asegura un ingreso básico de $ 2 millones durante el primer año al académico con doctorado que recién se integra a la escuela. Luego de ese tiempo, cuando el profesor ya tiene la posibilidad de generar recursos a través de proyectos de investigación y nuevas responsabilidades, el monto se reduce a $ 1,5 millón. Los premios por investigación van desde $ 3,6 millones al año para el docente que gana un proyecto Fondecyt, lo que se suma a los $ 3,6 millones que el mismo fondo entrega para el investigador principal. Y en el caso de las publicaciones ISI, los montos dependen del tipo de revista en que aparezca la investigación: Trimestre Económico de México, por ejemplo, no tiene asociado un premio monetario, por su bajo impacto en el ámbito global; mientras que por una publicación en una de las top, como American Economic Review, se entrega una suma cercana a los US$ 10 mil.

En la Universidad Católica también existe un mecanismo de incentivo a la investigación y se paga un monto mensual adicional al sueldo base a los profesores que publican en revistas ISI. Para esto, la universidad tiene una escala propia donde rankea a las revistas de mayor impacto. En la Universidad Adolfo Ibáñez y en la De Los Andes, en tanto, no existe un sistema de incentivos para realizar investigaciones. Por esa misma razón, allí los salarios base son más altos: pueden ir desde $ 2,5 millones a $ 5 millones.

Las consultorías

Según explica un rector de una importante casa de estudios privada, el modelo ideal para que un profesor pueda optar a un muy buen sueldo es combinar la docencia con la investigación y las consultorías privadas. De hecho, en el ambiente académico es apreciado que los docentes dediquen parte de su tiempo a estas actividades.

"Es bien visto que se hagan consultorías para organismos internacionales y empresas. En la medida que uno cumpla con las obligaciones, si eres bien evaluado, asistes a las reuniones y haces bien tus clases y publicas, puedes hacer eso", explica un profesor investigador de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile. Incluso agrega: "No es raro que un incentivo adicional sea un acuerdo entre los académicos y el director de carrera para que algún día a la semana el profesor pueda dedicar su tiempo a actividades extra".

Las consultorías son una fuente de recursos importante para los académicos, especialmente en Ingeniería y Economía. Por un paper encargado por el Banco Central, un académico puede recibir entre $ 5 millones y $ 8 millones. Mientras que las asesorías encargadas por organismos internacionales y empresas privadas pueden pagar desde $ 5 millones hasta $ 20 millones, independiente de si demora un mes o tres.

En todo caso, en algunas universidades se cobra un peaje a los profesores por estos estudios, dinero que se suma a los recursos de la facultad o departamento. Este mecanismo es utilizado tanto por la Facultad de Ingeniería como la de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, que cobran entre 10% y 30% del dinero que recibe el profesor por este ítem, lo mismo que la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Católica. Y la Universidad del Desarrollo piensa implementarlo en el corto plazo para adecuarse a los estándares de las universidades tradicionales.

Arquitectura, Medicina y Derecho

Un poco más abajo en sueldos a sus profesores se encuentran las carreras de Arquitectura, Medicina y Derecho. En esta última, las remuneraciones de los académicos full time se ubican entre $ 1,3 millón hasta $ 4 millones, dependiendo de la especialidad y experiencia profesional. Una de las universidades que mejor pagan en esta carrera es la de Los Andes, con salarios que parten en los $ 2 millones. La mayoría de los profesores no tienen jornada completa y reparten su tiempo con la actividad profesional.

Lo mismo pasa en Medicina en la Católica, donde trabajan 650 profesores, de los cuales cerca de 400 tienen jornada completa. Estos académicos reparten su tiempo entre las aulas y la atención en los centros médicos asociados a la universidad. Por eso, si bien los sueldos promedio van desde los $ 700 mil a los $ 2,5 millones, en el caso de Medicina éstos se ubican entre $ 450 y $ 1 millón. Porque a esta renta se le agregan los honorarios médicos que recibe cada profesional.

No pasa lo mismo en la Universidad del Desarrollo, donde la mayoría de los profesores son part time y comparten la docencia con sus actividades en la Clínica Alemana, con la cual están asociados. En este caso, los doctores reciben sueldos de hasta $ 20 mil por hora.

En el caso de las escuelas de Arquitectura, los sueldos en la Universidad de Chile se ubican desde $ 1,4 millón hasta 1,7 millón.

Las humanidades, artes y las pedagogías son reconocidas en el mercado como las carreras peor pagadas. Los sueldos para los profesores jornada completa pueden ubicarse entre $ 500 mil y $ 2 millones. Aunque al igual que en las ciencias económicas, en algunas universidades existen asignaciones que se suman al ingreso base. Las asignaciones se dan específicamente para las investigaciones Scielo, categoría que se le da a un conjunto de revistas de carácter científico y que incluye ciencias de la salud, sociales y humanidades. La Universidad Diego Portales, por ejemplo, entrega un premio de $500 mil a los investigadores que publiquen en alguna de éstas.

Part time desde $ 1.000

Una autoridad de una universidad privada comenta que, en general, las instituciones ahorran sueldos mediante la contratación de profesores part time; es decir, aquellos que reparten su tiempo entre su actividad profesional y las aulas. La hora se paga más barata que a un profesor de jornada completa.

Pero entre los académicos por hora hay de todo. Existen en prácticamente todas las carreras y los sueldos tienen una dispersión altísima. Así, mientras en la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile algunos profesores pueden llegar a ganar la simbólica suma de $ 1.000 por hora, las carreras de Ingeniería y Economía llegan a pagar hasta $ 60 mil.

Medicina en la Universidad de los Andes paga entre $ 6.000 y $ 7.000 la hora, mientras que la misma carrera en la Universidad del Desarrollo trata de acercarse al valor de la hora médica: $ 20 mil.

En las escuelas de Derecho, los salarios part time van desde $ 150 mil a $ 300 mil al mes por una cátedra en el caso de la Universidad Católica, mientras que en la De Los Andes parte en los $ 300 mil. En la Adolfo Ibáñez, en tanto, puede llegar hasta los $ 400 mil.

Esta última es reconocida en el mercado como la universidad que paga los mejores salarios a los profesores por hora. Su rango parte en $ 20 mil y llega hasta $50 mil, dependiendo de varias condiciones. Se le paga más, por ejemplo, a un profesor que tiene exclusividad con la universidad y, si tiene más de una cátedra, el monto sigue aumentando. Así, por ejemplo, un profesor que imparte dos cátedras en la Escuela de Negocios en forma exclusiva puede ganar hasta $ 1 millón al mes.

La Universidad Diego Portales, por su parte, tiene definido un rango único para estos profesores, el que es el mismo para todas las carreras y va desde un mínimo de $ 203.347 hasta $ 279.625 bruto mensual.

Los "rostros" de las aulas

Parte de la carrera por el prestigio entre las universidades depende también de las "estrellas" que logren reclutar. Son muchos los profesionales exitosos que reparten su tiempo entre sus actividades personales y la docencia. Éstos reconocen que hacer clases los mantiene actualizados y en contacto con las nuevas generaciones. "Permite mantenerse vigente y eso el mercado lo percibe", dice un prestigioso abogado de la plaza.

Un profesional reconoce que la práctica docente es casi ad honórem, y que los sueldos son bajos en relación con el tiempo que se destina. Por ejemplo, un abogado explica que en preparar una clase de 3 horas para un programa de postgrado puede gastar 15. Y lo que le pagan son sólo $ 300 mil mensuales.

Lo bajo de los sueldos incluso da para anécdotas. Un alto ejecutivo de un importante banco nacional tiene acumulada hace casi dos años su paga en una universidad privada por los cursos que ha impartido y que no ha ido a cobrar.

Es posible encontrar figuras en prácticamente todas las disciplinas, pero los ejecutivos de renombre en el mercado y los abogados de prestigio se ven principalmente en los programas de MBA y magíster. Así, en el MBA de la Universidad del Desarrollo destacan nombre como los directores de empresas Carlos Cáceres y Jaime Bauzá, y ejecutivos como el gerente general de retail de Falabella, Agustín Solari, quienes recibirían un salario entre $ 20 mil y $ 60 mil la hora. Por un programa semestral de 64 horas se les podría llegar a pagar $ 4 millones por el curso.

En el ESE de la Universidad de los Andes ocurre algo parecido. Ahí hacen clases personajes de la talla de Felipe Joannon, gerente de desarrollo de negocios del holding Quiñenco del Grupo Luksic, y el abogado del estudio Philippi, Juan Francisco Gutiérrez. Los sueldos allí para los profesores part time se ubican en torno a las 6 UF por sesión.

Hasta el contralor general de la República, Ramiro Mendoza, realiza una cátedra de Derecho Administrativo en la Universidad Católica, por la cual recibe cerca de $ 300 mil al mes. En Medicina de esta casa de estudios también hay estrellas, como el doctor David Mayerson, profesor de Obstetricia y Ginecología. En la mayoría de los casos, sin embargo, los salarios para estos profesores son casi ad honórem. Así lo manda el particular mercado de los salarios de las universidades chilenas.

8 nuevas tendencias

1- Acercarse a lo que paga la empresa privada. Para atraer y mantener en sus equipos de académicos a profesionales que han demostrado ser exitosos en sus áreas, las universidades han tratado de emparejar sus sueldos a las rentas que paga el mercado. Según explica un conocido cazatalentos, la brecha se ha reducido enormemente con el sector ejecutivo. "Si antes había una diferencia enorme entre un profesor full time y un ejecutivo de la misma profesión, hoy esa distancia no es tan grande. Sigue existiendo, pero no es tan exagerada como hace un tiempo", dice.

2- Universidades privadas, las que mejor pagan. Para entrar a competir de igual a igual en la batalla por los talentos y ganar prestigio, las casas de estudios de capitales privados ofrecen sueldos más altos que las tradicionales. Un profesor de una universidad privada explica que los mejores salarios además se dan porque la estructura de las privadas muchas veces es más simple que la de las universidades tradicionales, lo que las hace más eficientes y permite destinar más recursos para sus profesores y administrativos.

3- Medición de desempeño. Muchas casas de estudio han comenzado a incluir entre las asignaciones extra que entregan a sus profesores, un bono por desempeño a partir de la evaluación que hacen los alumnos y los departamentos donde se desempeña el académico. Por ejemplo, la Universidad Católica tiene definida una asignación especial que se suma al sueldo base, basada en una evaluación que se hace dos veces al año para profesores de todas las carreras.

4- Estudios de remuneraciones. Algunas universidades están comenzando a contratar estudios de remuneraciones para conocer cuál es la realidad de los sueldos de mercado entre las universidades. Una de las pioneras en esta práctica es la Universidad de los Andes, que tiene como política de remuneraciones pagar sueldos de mercado. Para eso, se basan en estudios como el de Remuneraciones que realiza PriceWaterhouse Coppers y piden información a la consultora en Recursos Humanos HayGroup y a la consultora XCING.

5- Contratación de head hunters. Una de las nuevas tendencias es la contratación de oficinas de head hunters para encontrar los perfiles adecuados para los académicos. Aunque esta práctica está recién comenzando, se utiliza preferentemente para los cargos más administrativos.

6- Sólo profesores doctorados. En las facultades de Ingeniería, Economía y Ciencias, las casas de estudio están privilegiando la contratación de doctorados. Incluso en algunas como la Chile, la Católica y ahora la Adolfo Ibáñez, sólo aceptan profesores de esta categoría.

7- Clases de inglés. El dominio del inglés ha pasado a ser una preocupación más para las universidades. Y por eso también se paga. Algunas instituciones como la Del Desarrollo, Mayor, Católica, Austral, Chile y De los Andes han integrado clases en inglés para sus alumnos de pre y postgrado. Sería deseable, por tanto, que los profesores manejaran bien esa lengua.

8.- Prestigio. Si antes los grandes académicos, los premios nacionales y los investigadores top se concentraban en las universidades tradicionales, hoy las privadas han comenzado a ganar terreno. El rector de una de ellas explica que hoy un académico no teme perder prestigio si se cambia de una tradicional a una privada. Ejemplos hay varios. En los últimos años, académicos de la talla de Alexander Galetovic migraron desde la Universidad de Chile a la De los Andes, al igual que el científico y Premio Nacional de Ciencias, Eric Goles, quien dejó la Chile por la Adolfo Ibáñez.
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Víctor Pérez, Pedro Pablo Rosso y Felipe Morandé.
Revista que pasa
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