El presidente de Brasil, Lula da Silva, llegó a Pekín en su segunda visita de Estado al país asiático en busca de inversiones chinas para infraestructuras y petróleo y cooperación en biocombustibles entre dos de las principales economías emergentes del globo.
Los actos oficiales comenzarán este martes, con la inauguración del Centro de Estudios Brasileños en la Academia China de Ciencias Sociales, el grupo de expertos que asesoran al Ejecutivo, y a continuación Lula presidirá una reunión de empresarios chinos y brasileños.
Por la tarde, se reunirá con el primer ministro Wen Jiabao, y a continuación con el vicepresidente Xi Jinping, y con el líder del órgano consultivo, Jia Qinglin. A última hora, el presidente Hu se reunirá con él y firmarán una serie de acuerdos.
En una entrevista concedida al diario económico chino "Caijing", Lula, un antiguo sindicalista que trabajó como limpiabotas y obrero del metal, explicó que, ante la crisis global, ambos países emergentes -China es la tercera economía mundial y Brasil, la décima- tienen que "pensar a lo grande", y explicó los acuerdos que espera firmar en Pekín.
Entre ellos, uno entre el banco de desarrollo brasileño BNDES y el Banco de Desarrollo de China (BDC), entidad que también analiza la firma de un compromiso con la petrolera brasileña estatal Petrobras (Petroleo Brasileiro SA).
El BDC concedió en febrero un crédito de 10.000 millones de dólares a Petrobras a cambio de un suministro de entre 100.000 y 200.000 barriles diarios a las estatales chinas Sinopec y a la Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC).
Según informó el ministerio de Industria y Comercio Exterior brasileño la semana pasada, Petrobras espera firmar proyectos de explotación de crudo de aguas profundas en China.
"Nos vamos a centrar en energías renovables, en especial en etanol y biocombustibles", explicó Lula, quien sugirió que China produzca biocombustible en Brasil y África, donde así generaría más empleo e ingresos.
Un 90 por ciento de los vehículos brasileños cuentan con motores "flex" para vehículos que admiten tanto gasolina como etanol, una tecnología que Lula espera promover en el sector chino.
Lula se mostró "muy optimista" con la visita que y aseguró que el comercio entre ambos gigantes se puede multiplicar por diez, después de que China se convirtiera en abril en el primer socio comercial de Brasil, al alcanzar un volumen bilateral de 3.200 millones de dólares, con los que superó a EEUU (2.800 millones).
Fuente: Infolatam.
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