El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el presidente de EE.UU., Barack Obama, han mantenido en la Casa Blanca su primera reunión desde que están en el poder en sus respecivos países. En un encuentro crucial para avanzar en el proceso de paz en Oriente Próximo donde Israel y EE.UU., a pesar de su tradicional alianza, mantienen posiciones enfrentadas.
A diferencia de su predecesor, George W. Bush, que dejó a Israel actuar por su cuenta, Obama, ha presionado al primer ministro israelí para que vuelva a la mesa de negociaciones con los palestinos y lo instó a que cumpla “seriamente” sus “obligaciones” dentro del plan de paz para Oriente Próximo acordado en 2003. Eso implica que “detenga los asientamientos” en los territorios palestinos, dijo el presidente norteamericano. Poco antes del encuentro, la Autoridad Nacional Palestina acusaba a Israel de construir un nuevo asentamiento en el Valle del Jordán.
Netanyahu dijo que está preparado para retomar “immediatamente” las negociaciones de paz con los palestinos, paradas desde que el Ejército israelí entró en Gaza el año pasado, pero ha condicionado cualquier acuerdo a que éstos reconozcan antes Israel como Estado judío. Además, a pesar de reiterar que los palestinos tendrían que autobernarse, evitó mencionar la palabra Estado. “No queremos gobernar a los palestinos. Queremos que se gobiernen a sí mismos”, se ha limitado a decir Netanyahu. “Estamos preparados a cumplir con nuestra parte pero espero que los palestinos también lo estén”, añadió.
Obama se ha comprometido a la solución de dos Estados, uno israelí y otro palestino, “en interés de todas las partes”, a lo que se opone Netanyahu, más preocupado por los progresos nucleares de Irán. “Hemos visto como los progresos se encallaban en este frente y le he sugerido al primer ministro que aproveche la oportunidad histórica de avanzar seriamente en este tema”, dijo Obama en una comparecencia conjunta con Netanyahu después de una reunión de dos horas.
Otro tema en el que los dos mandatarios mantienen posiciones enfrentadas es Irán. EE.UU ha advertido a Israel que no ataque las instalaciones nucleares iraníes pero Netanyahu quiere garantías de que el diálogo de Washington con Teheran no será una amenaza para Israel. Obama respondió que espera obtener resultados positivos de Irán hacia finales de año. El presidente Obama explicó que EE.UU quiere que Irán figure en la escena internacional pero que “las conversaciones no durarán para siempre”, respondiendo así a la exigencia de Netanyahu de que el diálogo tenga fecha de expiración.
Diario Hispano Norteamericano.
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