La Organización de Naciones Unidas reclamó ayer a los actores políticos de Bolivia que las ``enormes brechas'' sociales del país, como la pobreza, la educación o la mortalidad infantil, sean temas centrales del debate electoral para los comicios generales de diciembre.
``Cada año mueren 14,000 niños en Bolivia antes de cumplir un año por causas prevenibles. Es una cifra escandalosa y, sin embargo, no se habla de eso'', dijo en una entrevista con Efe la representante de Naciones Unidas en este país, la japonesa Yoriko Yasukawa.
A su juicio, existen brechas sociales ``inaceptables'' que suponen ``grandes riesgos'' para la convivencia y la unidad en Bolivia, principalmente en las áreas de salud y educación. ``Uno de cada cuatro escolares no termina la primaria en Bolivia. ¿Cómo vamos a aspirar a un desarrollo de verdad sin que por lo menos los niños completen la primaria?'', se preguntó.
Yasukawa recordó además que la pobreza no ha descendido significativamente en los últimos años y que incluso en el 2007 se registraron 137,000 pobres más en el país.
``Son temas centrales que preocupan y no los vemos en la agenda pública'', dijo la representante de Naciones Unidas, quien cree que la ciudadanía debe exigir propuestas concretas sobre estos asuntos a los candidatos que opten a la Presidencia de Bolivia en las elecciones del 6 de diciembre.
Cuando se cumple un año de su misión en el país, Yasukawa aseguró que uno de los retos de Naciones Unidas es apoyar a Bolivia para que avance ``lo más rápidamente posible'' en lograr metas mínimas de bienestar social, entre las que citó el acceso universal a sistemas de salud y de educación públicos y de calidad.
A pesar de esas brechas sociales, la representante de Naciones Unidas tiene una visión ``optimista y esperanzadora'' de Bolivia, donde ``hay oportunidad de hacer cosas buenas e importantes para cambiar el país hacia mejor''.
Pero además de oportunidades, Yasukawa advirtió también de los ``riesgos'' que persisten en el país y destacó en este sentido la ``fuerte polarización'' entre el gobierno y la oposición, reflejada en discursos ``muy agresivos, descalificadores y excluyentes''.
Alertó de que ``la violencia física comienza con la violencia en las palabras'', por lo que, en nombre de Naciones Unidas, hizo un ``encarecido llamado'' a los líderes políticos bolivianos de todo signo a que ``no caigan en esos discursos. Palabras como `totalitarismo' o `vendepatrias' pueden llevar a la violencia''. Yasukawa hizo hincapié en recordar que los bolivianos ``son capaces de resolver diferencias muy grandes y muy complicadas mediante el diálogo'' como se demostró a finales del 2008 con el nuevo texto constitucional, tras un año de grave confrontación que incluso derivó en violencia.
Sin embargo, les recomendó que utilicen el diálogo como un proceso democrático permanente y cotidiano y no como un mero instrumento para resolver un determinado conflicto o una coyuntura concreta.
``El diálogo no debe servir solo para evitar la violencia: es para construir juntos un país que garantice que ningún niño muera por causas prevenibles, que todos los niños vayan a la escuela y que todas las familias tengan los medios mínimos para satisfacer sus necesidades básicas''.
También recordó que la exclusión y la descalificación a los que piensan distinto ``no es aceptable en democracia, que significa por definición pluralidad''.
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Fuente: El Nuevo Heraldo.
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