El presidente Richard Nixon y un dictador brasileño discutieron la coordinación de medidas para ayudar a los cubanos y chilenos a derrocar a Fidel Castro y Salvador Allende en 1971, según un memorando de la Casa Blanca recientemente desclasificado.
El general Emilio Garrastazú Médici presentó inicialmente la idea de ayudar a los cubanos anticastristas. "Estos hombres alegaron que necesitaban fuerzas para derrocar el régimen de Castro. Se planteó la pregunta de si podíamos ayudarlos'', expresa el memorando, escrito por el entonces asesor de Seguridad Nacional Henry Kissinger.
Nixon "reflexionó sobre la pregunta y dijo que pensaba que debíamos ayudar, mientras no fuese algo que no pudiéramos apoyar y mientras nuestra participación no fuese evidente'', indicó el documento, según el cual Médici concordó.
La versión de Kissinger de la visita de Médici a la Casa Blanca el 9 de diciembre de 1971 se escribió "para el archivo del Presidente'' y era secreto máximo. El documento fue desclasificado el 4 de septiembre del 2008 y hecho público en julio como parte de una publicación del Departamento de Estado sobre la política exterior del país.
El Archivo de Seguridad Nacional (NSA), un instituto no gubernamental de investigación con sede en Washington, presentó el memorando y documentos relacionados el domingo en su página de internet en www.nsarchive.org.
El derechista Médici, quien gobernó Brasil entre 1969 y 1974, falleció en 1985. Nixon renunció a la presidencia en 1974 en medio del escándalo Watergate y falleció en 1994. Salvador Allende, el presidente izquierdista de Chile, fue derrocado y murio en un cruento golpe de Estado militar respaldado por Estados Unidos en 1973.
El memorando de Kissinger muestra que fue Nixon quien planteó el tema de Allende durante la reunión, al pedirle a Médici su opinión sobre la situación en Chile. "Médici dijo que Allende seria derrocado ... [Nixon] entonces preguntó si [Médici] pensaba que las fuerzas armadas chilenas eran capaces de derrocar a Allende ... Médici contestó que pensaba que sí podían hacerlo... y dejó en claro que Brasil estaba trabajando en ese objetivo''.
Nixon señaló que "si los brasileños pensaban que había algo que nosotros pudiéramos hacer en esto, le gustaría que [Médici] se lo informara. Si hacía falta dinero u otro tipo de asistencia discreta, podríamos ayudar'', agrega el memorando.
"Esto debe implementarse en el mayor secreto. Pero debemos tratar de evitar nuevos Allende y nuevos Castro y, en lo posible, tratar de revertir estas tendencias'', expresó Nixon. Médici "dijo que le agradaba que las posiciones de Brasil y Estados Unidos... fueran tan similares''.
Peter Kornbluh, analista del Archivo de Seguridad Nacional, dijo que aunque algunos detalles del apoyo brasileño al golpe en Chile se conocían desde hace tiempo, el memorando de Kissinger es "un documento franco que revela connivencia y confabulación''. Agregó que no conocía ninguna prueba de la cooperación de Médici con los cubanos anticastristas, y el memorando de Kissinger no hace mención de ningún acuerdo concreto.
El memorando señala que Nixon y Médici también discutieron otros temas cubanos, como la readmisión de la isla a la Organización de los Estados Americanos (OEA) y un posible cambio en la política estadounidense hacia La Habana después que Nixon restableció las relaciones con China.
Después de un intercambio de palabras amables al principio, Nixon "dijo que había un tema que quería dejar en claro que ... como resultado del cambio en nuestra política sobre China ... había algunos rumores ... de que va a haber un cambio en nuestra política sobre Cuba'', escribió Kissinger. "Esto era absolutamente incierto''.
Por su parte, Médici señaló que Perú estaba tratando de persuadir a la OEA para que readmitiera a Cuba en su seno y le preguntó a Nixon cómo debían cooperar para oponerse a esto. Nixon dijo que estudiaría el caso y le contestaría "en privado''. La OEA aprobó el levantamiento sanciones a Cuba en 1974.
Kornbluh dijo que como el memorando muestra que Nixon y Médici acordaron establecer un canal no oficial para contactos sobre temas delicados como Cuba y Chile, Brasil debe abrir sus archivos militares para que los historiadores puedan estudiar el tema.
Por JUAN O. TAMAYO - El Nuevo Heraldo.
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