BIBLIA, libro mío, libro en cualquier tiempo y en cualquier hora, bueno y amigo para el corazón, fuerte, poderoso compañero. Tu desnudez asusta a los hipócritas y tu pureza es odiosa a los libertinos.

Gabriela Mistral


lunes, 13 de julio de 2009

CHILE: El círculo de hierro de los candidatos.

Son los cerebros de los comandos de Frei, Piñera y Enríquez-Ominami. Los asesores de primera línea. Los estrategas en una carrera estrecha. Aquí presentamos quién es quién en las campañas, cómo se organizan, qué hacen, qué atribuciones tienen, quién sube y quién baja.

Si Piñera tuviera una troika, estaría formada por Rodrigo Hinzpeter, su hija Magdalena e Ignacio Rivadeneira. Son las tres personas de máxima confianza del comando, "los tres con menos agenda propia" -como dice un miembro de la campaña. Pese a venir del mundo empresarial y a parecer el más frío de los candidatos -su corazón o falta de éste es un tema de columnas y entrevistas- es el que más se apoya políticamente en su familia. Trabaja en el comando con su hermana Magdalena, con sus hijos Sebastián y Cristóbal, tanto que algunos adversarios dicen que su comando está tomado por los Piñera.

Magdalena Piñera Morel, la agenda humana. Es el nombre de su hija, historiadora, de 33 años, el que se repite a la hora de buscar al círculo más estrecho del candidato.

Algunas fuentes del piñerismo dicen que la joven ha desplazado un poco a su tía del mismo nombre, a quien todos conocen como "la Pichita". "Mi papá quiere hablar contigo", es una frase que escuchan los cercanos al candidato cuando los llama Magdalena. Muchos quienes quieren llegar a él saben que primero deben llamarla a ella. La joven tiene un carácter fuerte y discute con su padre en voz alta. "Es frontal con él y se atreve a decirle las cosas que nadie más le diría", comenta un miembro de la campaña.

Magdalena, además, es una de las asesoras tecnológicas del candidato y lo tiene conectado todo el rato, por ejemplo, a Twitter. Ella subió a Twitter las fotos de la última gira a Europa, que luego eran publicadas por la prensa.

La historiadora también le lleva la "agenda humana". "Es la que le dice mándale un mail a tal que hoy escribió algo súper bueno o habló muy bien de ti... o le dice: eso que hiciste no se hace, pídele perdón a tal persona", cuenta un cercano. También le organiza reuniones con gente que ella considera que le aportan a Piñera. Y muchas veces es ella quien resuelve temas que otros no han podido.

Él depende bastante de Magdalena, confirman otras fuentes. Cuando la busca y no está, el empresario se desespera. A veces, por los pasillos del comando, lo han escuchado decir: "¿Dónde está la Manena, llámeme a la Manena, ¿por qué no avisa que no viene?".

Magdalena está en el área operativa, que funciona en el piso 18 de Apoquindo 3000, donde tiene sus oficinas Piñera. Ahí se ha reunido el área organizacional de la campaña, donde ella se encuentra con el resto de los influyentes del comando: Rodrigo Hinzpeter, Ignacio Rivadeneira y Pichita Piñera.

Rodrigo Hinzpeter, la mano derecha. Abogado de 43 años, Hinzpeter es socio de Bofill, Mir, Álvarez, Hinzpeter, Jana (oficina en la que tiene congelada su participación por este año). Ha sido un "piñerista histórico", incluso en los mejores momentos de Joaquín Lavín. La relación entre ambos comenzó en 1989, cuando Hinzpeter era el jefe de campaña de Evelyn Mathei -entonces candidata a diputada por Las Condes- y Piñera corría al senado por la zona oriente.

Tras el Piñeragate, Hinzpeter estuvo con él. En 2000, después de volver de Estados Unidos, se convirtió en secretario general de RN en la mesa de Alberto Cardemil, y cuando Cardemil renunció a la colectividad convenció a Piñera de tomar el cargo. Pero el máximo momento de lealtad fue en mayo de 2005, cuando Piñera levantó su candidatura alternativa a Lavín. Hinzpeter negoció con Andrés Allamand y Alberto Espina (que estaban con Lavín) e hizo un discurso para dar vuelta el consejo de RN a favor de Piñera.

Rodrigo Hinzpeter tiene su oficina en el segundo piso del comando de calle Apoquindo 2921, una casa estilo francés que pertenece a Piñera. Estaba desocupada. A Magdalena se le ocurrió que podía servir de comando.

Ignacio Rivadeneira, el niño maravilla. Abogado, 34 años, es hijo del ex dirigente de RN, Ricardo Rivadeneira. Acaba de llegar de un master en políticas públicas de Harvard -donde se fue después de la derrota en la segunda vuelta de enero de 2006-, y trabaja con el candidato en el piso 18 de Apoquindo 3000, en una oficina empapelada de calendarios. Fue su jefe de gabinete en la campaña de 2005, y vicepresidente de RN durante la presidencia de Piñera. El candidato le tiene cariño y apuesta por su futuro en política. "Le tiene fe", afirman, y algunos lo ven como probable jefe de gabinete si Piñera llegara a La Moneda. Es el Rodrigo Peñailillo de Sebastián, dicen.

Cuando estaba en Boston le enviaba a Piñera mails con ideas sobre libros, papers y propuestas para la campaña.

"Tiene un estilo avasallador y más 'abacanado' ", dice un miembro del comando. Es el director de contenidos de la campaña y hoy está a dos computadores pensando en cómo mostrar el corazón del candidato. Piñera confía mucho en él, quien con Magdalena tiene una relación muy estrecha, como de hermanos.

Fernanda Otero, la encargada de comunicaciones. La periodista trabaja con Piñera desde fines de la campaña presidencial de 2005. Se encarga de la imagen del empresario, aunque algunos en la Alianza no la ven con simpatía por su fuerte carácter. El miércoles, en el diaro electrónico El Mostrador, se informó que su cargo "pendía de un hilo" por errores comunicacionales, pero pronto fue confirmada por el propio Piñera y Hinzpeter. A Otero, miembro del Opus Dei, se le achacó el error de enviar al candidato al funeral de la niña asesinada María José Esquivel en La Pintana, pese a que, según fuentes de la campaña, la idea fue de Lavín y Allamand.

En 2007 ella llamó a Piñera para plantearle algunas críticas comunicacionales y de ahí se comenzaron a reunir. Es muy cercana a Alberto Espina (son primos) y a Hinzpeter, y estuvo con Piñera para analizar la encuesta del CEP, junto al propio Hinzpeter, Chadwick y Schaulsohn esa tarde.

Andrés Allamand, el analista. Los políticos, como Allamand, circulan sólo en el comando, donde se reúnen con Piñera. Allamand es escuchado por el empresario, quien valora sus análisis políticos. Algunos dicen -especialmente en la UDI- que la relación entre ambos quedó resquebrajada luego del caso Spiniak y por privilegiar a Lavín como candidato de la derecha en 2005. En la UDI dicen que Piñera no le tiene tanta confianza, pero cercanos al candidato lo niegan.

"Piñera es de compartimentos estancos y a cada uno le pide según su expertise", cuentan en el comando. En el caso de Allamand, es la planificación macro. A Joaquín Lavín le valora mucho su sintonía con la gente.

Joaquín Lavín, el barómetro. Es el UDI más influyente en la candidatura, aunque una vez él mismo comentó que Piñera no le mostraba las encuestas. Piñera valora su criterio y Lavín le ha dado muestras de lealtad política: hizo campaña con él pese a que gente de la UDI sentía que con eso se estaba quemando la única opción presidencial del partido.

Lavín le insiste que tiene que recorrer Chile. "Es como su lema frente a Piñera".

Al senador Alberto Espina le reconoce su experiencia en terreno. Y con su primo Andrés Chadwick, senador y UDI, son "muy compinches". Él también, por lazos de sangre, es una de las personas de máxima confianza del candidato.

Todos ellos, más Jorge Schaulsohn, Hinzpeter, Otero y Marcela Cubillos, se juntan en la reunión del comité estratégico una vez a la semana. Piñera se sienta siempre en la cabecera. Cuando oye que otros conversan, dice molesto: "Una sola reunión por favor". A esa reunión también van los presidentes de RN y la UDI, Carlos Larraín, Juan Antonio Coloma, y un representante de Chile Primero.

Sin embargo, el problema para sus principales asesores es que Piñera confía demasiado en sí mismo, según dicen algunas fuentes. La gente del comando ejecuta sus ideas más que darle vuelo a las propias, critican. Su agenda, de hecho, la maneja él mismo y la periodista Carla Munizaga.

LOS PILARES DE FREI

Bowen, el novato empoderado. Lunes. Dos de la tarde. Reunión del comité político de la campaña de Eduardo Frei en el comando. Presidida por el propio Frei, están alrededor de la mesa Sebastián Bowen, Juan Carlos Latorre, Pepe Auth y Ricardo Solari (en representación de Escalona). De pronto, avisan que los deudores habitacionales se están tomando el comando. Bowen se para y media hora después vuelve con el problema resuelto. "Dialogó con ellos, les ofreció entrevista con Frei en el Congreso, les ofreció agua", dice una fuente que estuvo en esa reunión.

Pese a lo que muchos creen, el ex Techo para Chile ronca fuerte al interior del comando. No sólo asiste a la reunión del comité político, sino que se reúne con el candidato las veces que sean necesarias y ambos están conectados todo el día por teléfono. "Ha conseguido una fluida relación con Frei y se ha convertido en un coordinador real", cuenta un miembro del comando.

Otros señalan que le ha dado mística a la campaña y ha permitido hacer un segundo frente. La semana pasada, Bowen estuvo en Valdivia, mientras Frei estaba en Copiapó.

Todos los lunes en la tarde se reúne el comité ejecutivo, bajo la dirección de Bowen. Frei no asiste a esa reunión y se informa a través de su coordinador general de campaña acerca de las resoluciones. Es una sesión donde se debaten los pasos a seguir. "Si hay discrepancias en el equipo, el que corta es Bowen", dice uno de los asesores.

"A Frei no le gusta que le vengan con teorías, ni con política ficción. A mí me pide que arme la cuestión y haga las cosas que hay que hacer, más que pedir tanto permiso", dice Bowen.

Su figura se ha asentado. Cuando el alcalde Claudio Orrego y los diputados Marcelo Díaz (PS) y Jorge Insunza (PPD) quisieron acercarse más al comando, llamaron a Bowen.

El coordinador general también se reúne periódicamente con otros hombres clave del comando: Pablo Halpern, jefe de comunicaciones, y el sociólogo Eugenio Tironi.

Pablo Halpern, el estratega. Si bien Bowen, por organigrama, está por encima de Halpern, es éste quien decide las estrategias comunicacionales del candidato y es su hombre de confianza. La relación entre ambos viene desde la campaña senatorial de Frei el 89, cuando Halpern fue su encargado de comunicaciones.

Actor de profesión y con un postgrado en comunicaciones de la Universidad de Pensilvania, también fue el director de la Secretaría de Comunicación y Cultura del gobierno de Frei. A la primera persona que Halpern le dijo que sería asesor de la campaña de Bachelet en 2005 fue al mismo Frei.

Su aterrizaje en el comando no fue fácil. Algunos sectores criticaron su llegada, especialmente los miembros de Océanos Azules, el grupo programático de la campaña.

"Halpern es un tipo relevante para Frei, le dice las cosas y el candidato hace catarsis con él", afirma un miembro del comando.

Aunque es un estratega, también está en el día a día y ha debido enfrentar momentos complejos. Cuando se dio a conocer la encuesta de la U. del Desarrollo que encumbraba la candidatura de Enríquez-Ominami, Halpern y Tironi se reunieron para evaluar si validaban el estudio o lo cuestionaban. Ambos optaron por el segundo camino y Frei los apoyó, según cuentan al interior del comando. La estrategia enfrentó a Halpern con Océanos Azules y complicó al candidato, quien generalmente evita tomar partido en los conflictos internos. Sin embargo, esta vez Frei reprendió a Juan Pablo Hermosilla, vocero de Océanos.

Frei, dicen algunas fuentes, no reacciona inmediatamente a algunas situaciones, como la vez que su mujer, Martita Larraechea, se refirió al indulto del narcotraficante Vargas Pargas. "Frei cree que estas cosas se apagan solas y ojalá con un mínimo de intervención", dice un asesor. Halpern fue quien le hizo ver la gravedad del asunto y estructuró la declaración pública donde el ex Presidente se hacía responsable del indulto.

Eugenio Tironi, el cerebro. Fue precisamente Halpern quien acercó al círculo de Frei, en marzo pasado, a otro de los cerebros de la campaña: el sociólogo y estratega comunicacional Eugenio Tironi. Lo visitaron en su casa de la calle Baztán. Pese a un comienzo frío, de a poco el hombre clave en el gobierno de Aylwin se fue ganando la confianza de Frei.

Tironi le ha dado contenido a la campaña de Frei. El discurso del candidato en el Caupolicán, la noche antes de la encuesta CEP, fue en gran parte creación suya, en el cual se notó un énfasis mayor en la importancia del Estado, según un miembro del comando.

Tironi es partidario de enfrentarse a Marco Enríquez, postura que le ha significado algunos roces con Belisario Velasco, secretario ejecutivo de la campaña, quien le ha respondido: "Nuestro rival es Piñera".

Belisario Velasco, el mediador. Fue el primero en creer en la candidatura de Frei cuando tenía sólo dos a cuatro puntos en las encuestas. Es el encargado de manejar las complejas relaciones con los partidos y se ha atribuido la facultad de hacer puente con el comando de Marco Enríquez-Ominami, por su cercanía con Max Marambio y Carlos Ominami, tarea que no ha sido bien vista por algunos presidentes de partidos, como Camilo Escalona y Juan Carlos Latorre. "Sucede que la campaña de Marco se ha basado en destruir a la de Frei", explica una fuente.

Agrega que en una reunión hace dos semanas, Latorre reprendió duramente a Velasco por sus intentos para que Ominami no dejara el PS, y le dijo que ese tema lo veían los partidos y no el comando. Velasco escuchó en silencio y luego recibió las críticas de Escalona.

También ha tenido problemas con Jorge Burgos, quien considera que Velasco busca caminos propios. "Le vendió a Frei la idea de que si recibía a Girardi y a Ruiz-Esquide, éstos no apoyarían a MEO. Finalmente, se equivocó", dice un diputado.

Belisario se defiende y afirma que él está en la tesis de hacer puentes.

La oficina del secretario ejecutivo es cercana a la de Frei, va un par de horas al día al comando y se entiende directamente con el candidato, sin pasar por Halpern ni Bowen. "Son muy amigos con Frei, estuvo con él desde el primer momento de la campaña", dice un asesor.

Jorge Burgos, la voz fuerte. Pese a que en el papel está a cargo de la avanzada territorial, en el fondo está jugando un papel político. Ha desarrollado una vocería fuerte y es de los pocos que se atreve a "pegarle" a Max Marambio, dice un cercano a Frei.

Eduardo Jara, un laguista que trabajó en terreno con Ricardo Lagos Weber, ha reemplazado en la práctica a Burgos en su rol como hombre de calle y es jefe territorial de la campaña.

Tras el conflicto entre Halpern y Océanos Azules, la figura de Jorge Burgos en la campaña tomó más fuerza. "Hoy es quien administra las tensiones entre los equipos, es el buen componedor", dice una fuente.

Las mujeres de Frei. Ingeniera comercial y ex Techo para Chile, Andrea Cifuentes es la encargada de eventos y temas territoriales ("la Jupi de Frei", la llaman) y la mano derecha de Bowen.

Paula Narváez, ex delegada presidencial en Chaitén, llegó para ser la cara femenina del comando, un déficit que ya había sido detectado. Fue recomendada por el segundo piso de La Moneda y es cercana a Camilo Escalona.

EL TEAM ENRíQUEZ-O

Los domingos a las ocho de la noche son clave en la candidatura de Marco Enríquez-Ominami. Él, junto a su círculo de hierro, se reúne a comer en su casa de La Dehesa con sus más cercanos. Los de extrema confianza son cuatro: Max Marambio, Carlos Ominami, Camilo Feres y Cristián Warner.

Max Marambio, el puntal. Si no se juntan en su casa, lo hacen en la de Marambio, en Lo Curro, donde los banquetes son conocidos por lo sofisticados. La llegada de Marambio marcó el punto de inicio de la campaña de Enríquez-Ominami. No sólo es el principal financista, sino también quien aporta las redes sociales. El lunes pasado, por ejemplo, en su casa reunió al candidato con lo más granado del empresariado nacional, incluyendo al presidente de la CPC, Rafael Guilisasti. "En este equipo en que todos somos bastante inexpertos, Max es nuestro gran capital social", dice Camilo Feres, asesor comunicacional de la campaña.

"Max Marambio es el más poderoso del comando", dice otra fuente. "Marco confía plenamente en él, porque no tiene agenda propia, no quiere ser parlamentario. Y, a su vez, Marambio confía totalmente en que Marco pasará a segunda vuelta", agrega.

Según gente del comando de MEO y también de la Concertación, Marambio es el principal impulsor de la tesis de que Marco debe romper con la coalición oficialista, consolidarse como un candidato transversal, "pegarle" a Frei, como lo hizo en el foro de Paz Ciudadana, y no estar pensando en negociar la segunda vuelta. A su postura le dicen "la tesis mirista" en la Concertación.

Camilo Feres, el consejero. Hijo del representante legal del diario La Nación, es el encargado de la estrategia comunicacional. Lo conoció en septiembre pasado cuando se acercó al candidato para ofrecerle una asesoría, cuando era sólo un díscolo diputado. "Queríamos aumentar su densidad política, hacerlo más influyente", dice Feres. De a poco la relación se fue estrechando, más que nada porque compartían el mismo diagnóstico político. Cuando decidió lanzarse a la presidencia, Feres estuvo ahí. A veces, el grupo se reúne en las oficinas de la empresa de comunicaciones de Feres, Entre Líneas, en la calle Merced, o en la productora de Marco, Rivas & Rivas.

Cristián Warner, el gerente. El tercer hombre de confianza de MEO es Cristián Warner, comunicador de oficio. De bajo perfil, es el gerente de la campaña, encargado de platas y logística. Warner trabajó con Marco en Rivas & Rivas. "Lo trajo al comando cuando tuvo su primera crisis de crecimiento, a los tres meses de campaña. Es de su máxima confianza", dice un cercano.

Carlos Ominami, el puente. Tras su renuncia al Partido Socialista, el padre del candidato se ha transformado en un gran pilar político para Marco y hoy en su asesor, especialmente ahora que hay que hacer giras y terrenos. "Nosotros con suerte nos sabemos algunos nombres de algunos distritos. Él se los sabe todos, es una voz más que autorizada en el despliegue territorial, que es uno de nuestros puntos débiles", dice un miembro del comando.

Ominami está en una tesis distinta a la de Marambio: dice que Marco representa una crisis en la Concertación y que su candidatura le va a dar oxígeno en la medida en que llegue a acuerdos en el conglomerado. El senador es de la idea que su hijo deberá negociar su eventual apoyo a Frei en segunda vuelta, para lo cual debe tender puentes desde ya.

Max Colodro, el vocero. Uno de los últimos en integrarse a la campaña fue el sociólogo Max Colodro, quien se ha transformado en uno de los asesores más importantes. Colodro, que sigue militando en el PPD, venía conversando con Marco hacía tiempo. Se conocen desde la campaña de Lagos en 1999 donde trabajaron en la primera vuelta y fue testigo de los problemas que distanciaron a Marco de Lagos.

Max Colodro -hijo de Marco Colodro, uno de los hombres más cercanos al ex Presidente Lagos- está en la lógica de Carlos Ominami. Trabaja en la Escuela de Gobierno de la U. Adolfo Ibáñez y tiene fluidos contactos con políticos de su generación de todos los sectores.

Paul Fontaine, el transversal. Hijo del Chicago boy Ernesto Fontaine, liberal y más cercano a la derecha, fue quien diseñó el plan económico. Es amigo de Marco Enríquez Ominami, a quien conoció en la casa del empresario Rodrigo Danús. Le da, al igual que Marambio, transversalidad a la candidatura, dice un cercano a MEO. Fontaine es el menos político del comando: cuando el resto habla de esos temas, él sólo mira su Blackberry. Incluso en un momento circularon rumores de que quiso renunciar ante una eventual "izquierdización" del plan económico, pero después de la comida con Marambio y los empresarios, se afirmó en su puesto, comentan fuentes cercanas.

El momento más complicado para Fontaine, dice una fuente, fue cuando en una entrevista en La Segunda señaló que había que rebajar el salario mínimo. Le costó los reproches de Marambio y Marco y tuvo que mandar una carta explicando que lo decía a título personal.

Ya no está solo en el manejo del plan. Se adhirió al equipo Luis Eduardo Escobar, economista que proviene de Chile 21, donde fue reclutado por Carlos Ominami. Escobar, hijo del ex ministro de Pinochet, Luis Escobar Cerda, fue asesor de Nicolás Eyzaguirre y tiene gran experiencia en temas de presupuesto. Será el coordinador de temas macroeconómicos, mientras que Fontaine se centrará en mercados y regulaciones.

Uno que ha ido perdiendo relevancia es Danús. Cuando recién aparecía Marco con un proyecto presidencial, se le veía junto a él, con quien lo une una amistad.

Danús no era bien mirado por el entorno de Marco y terminó por desaparecer de la campaña. "Danús sabía que complicaba a Marco por su perfil más farandulero y su pasado pinochetista", dicen en el comando.

SABINE DRYSDALE – Revista El Sábado.
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