México celebra este domingo unas elecciones legislativas en las que empezará a definirse la carrera hacia las presidenciales de 2012. El previsible triunfo del PRI obligará al gobierno de Felipe Calderón a depender aún más de ese partido para gobernar y colocará al priismo como favorito para regresar a la presidencia. En la izquierda, la pugna entre el PRD y Andrés Manuel López Obrador llegará a su desenlace. El renacimiento del PRI
Las elecciones del domingo en México van a traer el renacimiento del PRI. El partido que dominó la política mexicana entre 1929 y 2000 estaba sumido en una crisis profunda tras perder el poder y ser sólo el tercer partido más votado en 2006 por detrás del PAN y del PRD.
Pero el triunvirato formado por Beatriz Paredes en la dirección del partido, Manlio Fabio Beltrones en el legislativo y Enrique Pérez Nieto en la gobernación del Estado de México ha dado nueva vida a la organización. Todo indica que ganará con un 35% de los votos y 5 puntos de ventaja sobre el PAN, convirtiéndose en la primera minoría. A partir del lunes empezará la pelea entre los barones del partido por ver quién será el candidato presidencial del PRI en 2011, con Pérez Nieto como mejor colocado.
El dilema de Calderón
Si Felipe Calderón ha recurrido al apoyo del PRI para gobernar desde 2006, ahora necesitará aún más a ese partido. El PAN será el segundo partido más votado en los comicios y dada la imposibilidad de llegar a acuerdos con el PRD y la izquierda, el Presidente recurrirá al priismo.
Consciente de eso, Calderón ya ha convocado "a todas, a las mexicanas y a los mexicanos, sin distingos, y a sus representantes los legisladores que resulten electos, cualquiera que sea su denominación partidista, a que pronto busquemos acuerdos que nos permitan lograr entre otras cosas, una plena recuperación económica, los acuerdos que nos permitan lograr el desarrollo al que aspiramos y los empleos que tanto necesitamos".
Calderón afronta una segunda parte de mandato marcada por una profunda crisis económica y por el desafío de los cárteles del narcotráfico. Para seguir impulsando reformas estructurales el Presidente requiere más que nunca apoyo parlamentario y sólo el PRI puede dárselo.
El final de la pelea PRD-López Obrador
El PRD deberá afrontar un fuerte golpe político ya que no sólo terminará como el tercer partido más votado sino que corre el peligro de que el Partido Verde Ecologista le alcance en votos. Incluso, el PT que apoya Andrés Manuel López Obrador le podría arrebatar cinco puntos.
Todo indica que el PRD en manos de los llamados los Chuchos, corriente política rival de López Obrador, expulsará al excandidato por haber apoyado en estos comicios al PT y no al PRD. Los Chuchos tienen ya un candidato alternativo, Marcelo Ebrard, alcalde del Distrito Federal y quien seguramente será el candidato del PRD a la presidencia en 2012.
El temor al voto en nulo y a la abstención
Más de 77 millones de mexicanos están convocados a las urnas el domingo para renovar la Cámara de Diputados de 500 integrantes, 300 por votación directa y 200 por representación proporcional. También se eligen a los gobernadores de seis estados mexicanos, 549 alcaldes, once congresos locales, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y 16 alcaldías menores de la capital.
Se teme que la abstención rondará el 57% y que el 2% anulará su voto. Incluso, la magistrada presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, María del Carmen Alanís, advirtió que para los comicios del 5 de julio se espera un abstencionismo de 70% o más. Asimismo, durante la campaña ha existido una campaña impulsada por algunos sectores e intelectuales para promover el voto nulo como una forma de protesta contra la clase política.
Por Rogelio Núñez - Información y Análisis América Latina.
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