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Gabriela Mistral


lunes, 1 de septiembre de 2008

CHILE: Portugal en la mira - ¿Es posible alcanzar el desarrollo el 2015?


La semana pasada, el ministro de Hacienda estimó que Chile podría llegar en siete años más a un PIB per cápita de 22 mil 357 dólares, similar al portugués. Para los expertos, esta meta es factible, siempre que se cumplan algunos requisitos.

Puede ser la melancólica melodía del fado, los pasteles de Belem o las colinas de Lisboa. Portugal tiene una serie de encantos que lo convierten en un país seductor. Pero para el ministro de Hacienda Andrés Velasco hay otro elemento que lo hace aun más atractivo: su Producto Interno Bruto (PIB) per cápita en torno a 22 mil dólares.

El año pasado, el jefe de cartera se había referido a este objetivo, al señalar durante la entrega del Presupuesto que Chile alcanzaría hacia el 2020 un PIB per cápita de 20 mil dólares. Sin embargo, en los últimos días Velasco lanzó un nuevo desafío. En el XX Simposio Percade 2008 realizado la semana pasada, el secretario de Estado dijo que Chile "alcanzaría los 22.357 dólares de Portugal en 2015", es decir, en sólo siete años.

Sin embargo, para no pecar de entusiasmo, recalcó que lograr esta meta "no está garantizado, no es seguro. No vamos con piloto automático".

Según el Panorama Económico Mundial 2008 elaborado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), Chile es el país con el mayor PIB per cápita de Latinoamérica, con 14 mil 673 dólares. El informe agrega que la economía nacional seguirá liderando la región hasta 2013, año en que se acercaría a un PIB per cápita de 20 mil dólares, considerado el monto mínimo para lograr acceder a la categoría de país desarrollado.

En este contexto, expertos de distintas visiones coinciden en que Chile puede alcanzar el objetivo previsto por Velasco. Aun más, valoran que el ministro plantee este desafío y lo instaure como objetivo país.

Para Cristian Larrolulet, director ejecutivo de Libertad y Desarrollo, la economía nacional tiene las condiciones para lograr un PIB per cápita superior a los 20 mil dólares en el plazo temporal puesto por Velasco. "Valoro el planteamiento del ministro porque es muy importante tener como meta el desarrollo. Chile puede lograrlo, pero se necesita más crecimiento del que hemos tenido hasta ahora. El último tiempo hemos tenido una actividad que en promedio está cerca de la mitad de la época de oro de los noventa y a veces las sociedades se frustran por eso".

Para el economista, las condiciones que se requieren para un mayor dinamismo de la economía son "más trabajo, más desarrollo de la pyme, más inversión. Además, para lograr un desarrollo económico sostenible es necesario hacer las reformas que se requieren en materia de educación. Hay muchas cosas que hacer y creo que es posible realizar muchas más".

Optimista también es la visión de Humberto Vega, decano de la Facultad de Economía de la Universidad Central. A su juicio, si el país logra retomar el dinamismo es posible alcanzar el PIB per cápita portugués. "La economía chilena debiera retomar una senda de crecimiento no tan alta como los años dorados de los noventa, pero si puede en torno a 5% o 5,5%, al contrario de lo que ocurre en Portugal", sostuvo.

Empero, el académico es enfático en señalar que para lograr el desarrollo no basta aumentar el crecimiento, sino que también es imprescindible solucionar el tema de la equidad. "Lo que interesa no es sólo maximizar el PIB, porque al final podemos llegar a un capitalismo salvaje, que es lo que trató de hacer el Gobierno militar. Ojalá logremos tener tanta o más igualdad que Portugal y el mismo nivel de crecimiento. Si hacemos las dos tareas vamos a parecernos mucho a los países europeos, que tienen una mucho mejor distribución de la riqueza".

La economía lusa

Luego de la “Revolución de los Claveles” de 1974, que derrocó a una larga dictadura, Portugal entró en un rápido proceso de democratización y comenzó su integración a Europa. En 1986, ingresó a la Unión Europea, lo que significó la liberalización de muchos sectores de su economía, además del mejoramiento de su infraestructura gracias a la ayuda de los fondos comunitarios.

Con una población cercana a los 10 millones de habitantes, Portugal se convirtió en una economía diversificada e incrementó el peso del sector servicios -especialmente el turismo- desde su ingreso a la Comunidad Europea.

Según la Heritage Foundation, este panorama cambió en los últimos años, con un crecimiento lento, desequilibrios fiscales y logros educativos deficientes. Asimismo, el ingreso de países de Europa Central y del Este a la Unión significó que Portugal perdiera una de sus ventajas comparativas, que era el menor costo de la mano de obra.

Otra de sus principales limitaciones es su pobre sistema educacional, que ha sido un obstáculo para una mayor productividad y crecimiento.

Al igual como ha ocurrido en gran parte de los países de la zona euro, la crisis financiera internacional ha golpeado directamente la economía portuguesa. Según el Banco de Portugal, el PIB de este año sólo crecería un 1,2%, mientras que el próximo año no será mejor ya que la actividad aumentaría un 1,3%. Ante estas cifras, el Primer Ministro portugués, el socialista José Sócrates, anunció un aumento de las deducciones del impuesto a la renta para las remuneraciones más bajas en materia de gastos de vivienda, y una modificación de los límites máximos del impuesto municipal sobre inmuebles. Además, consecuente con su discurso de distribución, el Gobierno socialista aprobó el denominado impuesto “Robin Hood”: un tributo excepcional del 25% a las compañías petroleras para financiar gastos sociales.

Energía renovable

A comienzos de año, el primer ministro de Portugal, José Sócrates, destacó la apuesta de su gobierno por las energías renovables al lanzar el primer concurso de construcción de 4 hidroeléctricas, de un total de 9 previstas, en el norte del país.

Las primeras cuatro centrales supondrán una inversión calculada entre 450 y 760 millones de euros con una producción de energía de 427 megavatios.

Esa fue la primera vez que el Gobierno luso lanzó concursos públicos para la construcción de hidroeléctricas, sector en el que Energías de Portugal (EDP), antiguo monopolio estatal de la electricidad, hacía uso de su “derecho de preferencia”.

El ministro de Economía, Manuel Pinho, destacó en el acto que la construcción de las nuevas hidroeléctricas colocarán a Portugal “entre los cinco países europeos más avanzados en lo que se refiere a energías renovables”.

Por Raúl Rivera.
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