jueves, 9 de octubre de 2008
España: Es dejada fuera de la elite económica europea.
Alemania, Francia, Gran Bretaña e Italia han liderado las maniobras para hacer frente a la crisis financiera
La no pertenencia de España al G-8, sin duda, resta margen de maniobra al Presidente del Gobierno español. Pero en épocas anteriores, la política hispana supo alcanzar mejores posiciones en la agenda internacional; esas son las principales críticas a Rodríguez Zapatero.
Desde que se detectaron los primeros síntomas de la grave crisis económica que hoy sacude a más de medio planeta, ya son dos las ocasiones en las que España (octava economía del mundo en términos de producto interior bruto y sistema financiero de acreditada solidez) se ha visto excluida del directorio europeo que, por la vía de los hechos consumados, están conformando Alemania, Francia, Gran Bretaña e Italia.
El primer bofetón se lo propinó a José Luis Rodríguez Zapatero el Premier británico, Gordon Brown, cuando convocó en Londres a una reunión de urgencia con Nicolas Sarkozy, Angela Merkel y Romano Prodi. Fecha: 29 de enero de 2008. Tema: los primeros síntomas del "resfrío" financiero en Europa. Conclusión: estemos atentos. Anécdota: para mayor escarnio, Prodi acudió a Londres in articulo mortis, puesto que Italia se hallaba en campaña electoral y él no acudía a la reelección.
Faltaban sólo 40 días para las elecciones generales en España y Rodríguez Zapatero defendía con ahínco la buena salud de la economía hispana.
La exclusión de España de la cumbre de Londres fue un duro contratiempo. Se enviaron discretos -y muy sentidos- mensajes de protesta a Londres, Berlín, París y Roma, mientras se recurría a la piadosa excusa del G-8. El argumento oficial decía que los cuatro países europeos del G-8 habían decidido reunirse de manera informal; la ausencia de España, por tanto, estaba justificada.
SEGUNDA EXCLUSIÓN
Pero ocho meses después, el segundo bofetón dolió más. Ante la irrefutable evidencia de que el "resfrío" se ha convertido en "neumonía", el Presidente francés convocó el sábado 4 en París a sus homólogos de Francia, Gran Bretaña e Italia.
De nuevo el G-8 fue la coartada del directorio europeo, el comité de los cuatro grandes para las situaciones de urgencia y de gran envergadura estratégica.
Otra vez, España fue excluida. Y de nuevo, gran enfado en La Moncloa, ya que la dolorosa exclusión ha tenido lugar diez días después de que el Presidente Rodríguez Zapatero ironizase en Nueva York sobre la fortaleza de la economía española en relación con Italia y Francia.
En tono eufórico, Zapatero dijo que Silvio Berlusconi se deprime al constatar que la renta per cápita española ya supera a la italiana y pronosticó que, en el plazo de dos o tres años, España puede superar a Francia. También destacó que el sistema financiero español es uno de los más sólidos del mundo.
PASADO GLORIOSO
La no pertenencia de España al grupo de los países más industrializados del mundo más Rusia (G-8), sin duda, resta margen de maniobra a Rodríguez Zapatero. Pero en épocas anteriores, la política española supo alcanzar mejores posiciones en la agenda internacional.
En tiempos de Felipe González (1982-96), por ejemplo, se llegó a hablar del eje París-Berlín-Madrid. Con distinta suerte, José María Aznar (1996-2004) intentó contraponer la tendencia franco-alemana al directorio, con una alianza muy preferente con Estados Unidos.
La Vanguardia.
The New York Times Syndicate
Por Enric Juliana Luis Izquierdo
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