El entusiasmo despertado por Barack Obama entre muchos de sus compatriotas parece haberse contagiado a Latinoamérica, donde no sólo la población mostró su habitual preferencia por los demócratas, sino también algunos presidentes se manifestaron abiertamente a favor del senador por Illinois.
Empezando por el venezolano Hugo Chávez, que se pronunció ayer, por segundo día consecutivo, sobre las elecciones de mañana en Estados Unidos y manifestó su confianza en la victoria "por paliza" del demócrata, a quien calificó como "este hombre joven negro".
"Ojalá este hombre joven negro, de ganar, como creo que va a ganar, así lo cree casi todo el mundo, esté y se ponga a la altura de la historia (...), se mire el color de la piel, revise su historia, sienta el palpitar de la sangre de la raza negra africana que lleva por dentro, como también la llevamos nosotros", declaró.
Chávez sostuvo que "si gana Obama hay como una pequeña luz en el horizonte" e hizo votos por que termine con lo que calificó como el "salvaje bloqueo" de Estados Unidos contra Cuba, iniciado en 1962, retire las tropas de Irak y acabe con las amenazas contra Irán y la propia Venezuela.
La aparente disposición de Obama a relajar el embargo contra Cuba también ha encontrado buena acogida en la isla.
Aunque el presidente Raúl Castro mantiene silencio y alguna fuente de su Gobierno ha asegurado que nada cambiará en las relaciones entre los dos países gane quien gane, su hermano y antecesor, Fidel, sí ha alabado al candidato negro en alguna de sus "Reflexiones", publicadas periódicamente en la prensa.
Para el ex gobernante, el demócrata supera "en inteligencia y serenidad" al aspirante republicano, John McCain, a quien ha calificado como un "instrumento de la mafia", en referencia a la oposición en el exilio en Miami.
De forma más irónica, el vicepresidente cubano, Carlos Lage, afirmó hoy que "lo que necesita el mundo es un presidente de los Estados Unidos que sea racional, que tenga un mínimo de coeficiente de inteligencia, que no sea alcohólico y que no sea demente", en una crítica poco velada al actual mandatario, George W. Bush.
Más sorpresa causó el apoyo tan explícito que le dio a Obama el habitualmente más cauto presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien precisamente durante una visita a Cuba la semana pasada exteriorizó sin ambages su deseo de una victoria demócrata.
"En más de 500 años, con más de 200 años de independencia para muchos países latinoamericanos (...), no tuvimos un único momento en que los sectores de izquierda (...) alcanzasen el poder en tantos países de América Latina. (...) ¡Ojalá ocurra esto también en la mayor economía del mundo!", indicó.
El mandatario brasileño llegó a comparar la posible elección de un negro en Estados Unidos a las de un metalúrgico (él mismo) en su país, un indígena en Bolivia, un obispo en Paraguay y a Chávez en Venezuela.
En Bolivia, el presidente Evo Morales también insinuó el sábado su apoyo a Obama al asegurar, tras suspender las operaciones en su país de la agencia antidroga DEA, que "ojalá en Estados Unidos con el nuevo Gobierno haya cambio", para poder "entablar el diálogo y mejorar" la relación bilateral.
Y hoy, el viceministro de Comercio, Pablo Guzmán, dijo que espera que el nuevo Gobierno "dé un trato de respeto" a Bolivia.
Otros mandatarios latinoamericanos han sido más cautelosos.
Como el mexicano Felipe Calderón, quien ambiguamente criticó en septiembre que los republicanos "han generado una plataforma demasiado conservadora en el tema migratorio", principal interés de su país en la relación bilateral, pero a la vez consideró que McCain "tiene un mayor conocimiento de la realidad" de México.
También el colombiano Álvaro Uribe, el principal socio en la región de la actual administración republicana y cuyas relaciones con los demócratas están lastradas por las críticas de estos a su política de derechos humanos y el consiguiente bloqueo en el Congreso a un Tratado de Libre Comercio con Colombia, ha evitado exteriorizar sus preferencias
"Nosotros hemos sido muy cuidadosos en promover en Estados Unidos una política bipartidista frente a Colombia", afirmó la semana pasada al ser cuestionado sobre el tema.
Igualmente, los gobiernos de Centroamérica se abstuvieron de posicionarse en favor de uno u otro candidato.
"Lo importante es que haya un verdadero cambio hacia América Latina, de actitud y forma de trabajo", según el presidente guatemalteco, Álvaro Colom, que fue el encargado de anunciar que el ganador de la elección presidencial será invitado a la próxima cumbre del Sistema de Integración Centroamérica (SICA).
Pero si a nivel gubernamental la balanza se inclina hacia Obama, entre la población el favor hacia el que puede convertirse en el primer presidente negro de Estados Unidos es abrumador.
En México, país que tiene seis millones de indocumentados en Estados Unidos, dos sondeos publicados hoy por los diarios Milenio y Excelsior muestran que un porcentaje situado entre el 63 y el 66% de los mexicanos prefieren una victoria de Obama frente al entre 10 y 16% que se decanta por McCain.
Otra encuesta difundida en Uruguay por el diario Últimas Noticias refleja que el 80% de los habitantes de este país votaría por el demócrata, mientras que sólo el 8% lo haría a favor de su rival.
En días anteriores, otras consultas reflejaban el apoyo mayoritario por el joven senador demócrata en Brasil (66% frente al 9% de McCain) y en Argentina (56,5% contra el 10,4%).
Fuente: EFE
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