La reciente elección municipal marca el inicio de un nuevo camino por el que debe transitar nuestra ciudad para convertirse en un lugar con gran calidad de vida para todas las familias que aquí habitamos. Más allá de la expresión ciudadana que eligió a la doctora Marcela Hernando como nuestra nueva alcaldesa a contar del próximo 6 de diciembre, se encuentran los desafíos que deberemos enfrentar bajo su liderazgo y el de los nuevos concejales recién electos y allí radica la principal tarea a la cual deberán dedicarse por completo en el tiempo próximo.
Atrás quedaron las campañas, las consignas y los compromisos, y hoy día se alza la exclusiva responsabilidad de devolver la confianza que los ciudadanos y ciudadanas expresaron de forma abrumadora en las urnas. Sin duda que cumplir los compromisos adquiridos será la principal brújula de la nueva gestión que ya pronto se inaugura, pues las características propias de la elección pasada permiten concluir que existe un claro respaldo de la comunidad hacia quienes se comprometieron en resolver los problemas más concretos que amenazan nuestra ciudad, la basura, los perros vagos, el mal estado de las calles y la delincuencia.
Como en toda elección es la ciudadanía quien se manifestó a través del voto y decidió acerca de quienes conducirán la ciudad, y sin duda en democracia esta expresión debe contar con el respaldo y respeto de todos los sectores. Por ello nos sentimos convocados a colaborar con las tareas que nos proponga el nuevo municipio, de manera que la ciudad de una vez por todas vuelva a avanzar de manera sostenida en cada una de las líneas que deben trabajarse para lograr un desarrollo armónico y un progreso equilibrado.
Por cierto que en esta elección el gran triunfo se lo llevo Antofagasta, pues la comunidad antofagastina es la más beneficiada con la posibilidad de traer aires nuevos y energías renovadas a la gestión municipal, de modo que el futuro que nos convoca genere la unidad necesaria para trabajar intensamente en la solución de los problemas que arrastramos durante largo tiempo. Sin duda que ganó la Antofagasta y su gente pues la democracia es sabia y siempre nos da la posibilidad de arreglar viejos problemas y errores con más democracia.
La tarea que iniciarán próximamente las nuevas autoridades municipales nos permite volver a confiar en que Antofagasta de cara al Bicentenario será unas de las principales ciudades de Chile, más limpia, más segura y mejor, donde cada uno sienta que tiene un espacio para crecer y desarrollarse junto a su familia, y donde el municipio sea el verdadero motor que empuje un desarrollo que llega a todos y todas sin distinción.
Por Pedro Araya Guerrero – Diputado por la II Región de Antofagasta.
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