BIBLIA, libro mío, libro en cualquier tiempo y en cualquier hora, bueno y amigo para el corazón, fuerte, poderoso compañero. Tu desnudez asusta a los hipócritas y tu pureza es odiosa a los libertinos.

Gabriela Mistral


viernes, 28 de noviembre de 2008

VENEZUELA: En Venezuela, no todo lo que brilla es “Rojo rojito”.

Tras las elecciones regionales.

La mayoría de las resacas producen un malestar insoportable. Quizás, algunos de los venezolanos tengan ese malestar, así no lo digan, después de las recientes elecciones regionales. Otros, no hacen sino celebrar su victoria electoral.

El hecho ha sido tan relevante que desde varias partes del mundo las felicitaciones a los venezolanos no se han hecho esperar. El canciller español, Miguel Ángel Moratinos, catalogaba de democrático este proceso electoral del país latinoamericano. Y mientras, el presidente ruso cumple su visita en Venezuela, los gobernadores electos se preparan para comenzar a trabajar por el país.

Los venezolanos, tanto chavistas como opositores, dicen estar felices. Mientras algunos simpatizantes del actual régimen se preguntan por qué no ganaron en estados como Miranda y Carabobo, los adversarios al gobierno mantienen una sonrisa que no hace más que levantar la autoestima a un sector que tantas pérdidas electorales ha tenido en los últimos años.

El gobierno analiza su victoria en 17 gobernaciones como un avance en su política y un mayor apoyo popular. De hecho, en los medios de comunicación del gobierno dividen el anterior mapa político del país en 2 sectores: gobernaciones del oficialismo y gobernaciones de la oposición, donde el chavismo dominaba en 15 y la oposición en 7. Estos datos, sin contar Amazonas, que no elige autoridades locales al mismo tiempo que los otros estados. Sin embargo, a esta visión del panorama político hay ciertos aspectos que corregir.

En primer lugar, la oposición venezolana ganó sólo en dos estados del país en las elecciones regionales del 2004, en Zulia y en Nueva Esparta. En segundo lugar, las otras 5 gobernaciones que los medios del gobierno chavista otorgan a la oposición, pertenecían a personas afines al gobierno.

Pero, como muchos otros venezolanos, se han decepcionado del modelo del actual régimen. Tal ha sido el caso del gobernador del estado de Carabobo, Luis Felipe Acosta Carlez, quien dice ser revolucionario, utiliza el color “rojo rojito” en sus camisas, pero no aceptó la imposición de un nuevo candidato para sustituirlo en los comicios regionales. En tercer lugar, varias de las gobernaciones dominadas por los ex aliados de Chávez no eran percibidas por la oposición venezolana como una opción distinta a las políticas del actual gobierno.

La oposición, por su parte, celebra su victoria electoral por todo lo alto. En especial, si tomamos en cuenta que previo a las elecciones, cientos de candidatos opositores habían sido inhabilitados para que no pudiesen presentarse a esta contienda política. Acción que no ha impedido que los opositores a Chávez pasarán de ganar 2 gobernaciones en 2004 a 5 en las elecciones de 2008, Miranda, Zulia, Nueva Esparta, Táchira, Carabobo y Alcaldía Mayor (Caracas).

Tal situación revela que la oposición dirigía 2 estados con una población total de 3.983.300 (el15,18% de la población venezolana) y ahora podrán impulsar la política en 5 estados, con una población total de 12.122.560 (el 45,56% de la población).

Al margen de las lecturas post-electorales, todavía queda mucho camino para recuperar a Venezuela. Los altos índices de criminalidad en el país y la inflación venezolana, la más alta de América Latina, son algunos de los bemoles más destacados de la Venezuela actual.

Hoy, los venezolanos están conscientes que no todo lo que brilla es: “rojo” sino que hay otros colores, otras opciones políticas que pueden construir una Venezuela mejor.

Por Armando Vargas (Caracas)
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