Las elecciones legislativas en Argentina han dejado una amplia lista de ganadores y perdedores. Los claros triunfadores (Mauricio Macri, Carlos Reutemann, Eduardo Duhalde y Julio Cobos) ya empiezan a pensar en las elecciones presidenciales de 2011. Los perdedores (Néstor Kirchner, Daniel Scioli, Elisa Carrió, Hermes Binner, la UCR) tratan de salvar los muebles y rehacer el capital político perdido, también con vistas a 2011.
LOS GANADORES
Mauricio Macri, el amo del juego
El triunfo de Francisco de Narváez en la provincia de Buenos Aires es muy sonoro y visible, pero el verdadero ganador, y el primer ganador, de los comicios es Mauricio Macri. El intendente -alcalde- de la ciudad de Buenos Aires ha logrado vencer en la Capital Federal (lo ha conseguido su mano derecha Gabriela Michetti) y en alianza con el peronismo disidente lo ha hecho también en la provincia de Buenos Aires, derrotando no sólo al kirchnerismo sino al jefe de esa fuerza, el mismísimo Néstor Kirchner.
Esta victoria le catapulta para 2011, pero por delante Macri tiene dos retos muy difíciles: convertir su partido, el PRO, en una organización nacional y no sólo porteña (circunscrita a la ciudad de Buenos Aires). Macri debe extender su fuerza por el interior de Argentina un terreno muy difícil de conquistar por estar dominado por caudillos y caciques peronistas.
El segundo reto de Macri es lograr que su alianza circunstancial con Francisco de Narváez y Felipe Solá tome forma y no se deshaga por la rivalidad entre Solá y De Narváez y por la falta de elementos de unión entre macrismo y peronismo disidente, más allá del antikirchnerismo.
La hora Carlos Reutemann
La victoria de Carlos Reutemann en Santa Fe sitúa al eterno candidato a presidente en la pole position para ser el nuevo líder del peronismo. Reutemann ha derrotado en su provincia al kirchnerismo y sobre todo al socialismo de Hermes Binner un rival en potencia para las presidenciales de 2011.
Reutemann aspira a cambiar la imagen del peronismo dándole un matiz más federal (frente al centralismo y autoritarismo kirchnerista). Su próxima tarea es ardua: construir una base de poder en el interior del peronismo aliándose con los caudillos regiones y evitar las ofensivas del kirchnerismo, que se resistirá a perder poder.
La venganza de Duhalde
Eduardo Duhalde saborea el gusto de la venganza cumplida. Duhalde cogió las riendas del país tras el derrumbe de 2001 y puso, junto con Roberto Lavagna, las primeras piedras que condujeron a la recuperación. Luego, en 2003, creó de la nada a un candidato presidencial, Néstor Kirchner. Pero una vez presidente, Kirchner no dudó en desembarazarse de la tutela de Duhalde y en 2005 la alianza entre ambos se hizo añicos.
Entre 2005 y 2009 Duhalde, el gran caudillo de la provincia de Buenos Aires, ha ido tejiendo en soledad y en la oscuridad una alianza para derrotar a los Kirchner. Ha unido a Macri, Solá y a De Narváez y ha visto el cadáver político de su rival (Néstor Kirchner) pasar ante su puerta. Duhalde tendrá mucho que decir en el futuro del peronismo y para ser presidente Macri o Reutemann deben contar con él.
Soplo de aire para la izquierda radical
El segundo lugar de la izquierda radical en la ciudad de Buenos Aires coloca a estas fuerzas, tradicionalmente desunidas, enfrentadas y minoritarias, con un objetivo: formar un gran frente común en torno a su nuevo líder, el cineasta Fernando Pino Solanas. Llegan con muchar fuerza tras derrotar a la alianza de radicales, seguidores de Carrió y socialistas en su propio terreno, la ciudad de Buenos Aires.
LOS PERDEDORES
El gran derrotado: Néstor Kirchner
Es la primera derrota importante de Néstor Kirchner desde 2003 y es el inicio de su declinación. No significa su desaparición como hombre importante del peronismo pero su dominio autoritario y único ya es historia. Kirchner deberá compartir poder con las fuerzas emergentes y luchará por preservar cuotas de ese poder: cuenta con el apoyo de su esposa Cristina Kirchner y con el de numerosos caudillos de provincias y locales.
Pero su cuerpo ya huele a derrota y los líderes peronistas sólo siguen la estela ganadora y esa estela ahora tiene el nombre de Reutemann dentro del peronismo y de Macri, en el mundo cercano al justicialismo, gracias a su alianza con el peronismo disidente.
El kirchnerismo sale herido de estos comicios ya que perdió en los cinco distritos más importantes (Capital Federal, Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza). Los triunfos kirchneristas en otros 12 distritos (Chubut, Tucumán, San Juan, Salta, Santiago del Estero, Tierra del Fuego, Formosa, Chaco, La Rioja, Jujuy, Río Negro y Misiones) no compensa el golpe sufrido en las zonas más modernas y desarrolladas del país. Incluso, el kirchnerismo perdió en Santa Cruz, la provincia donde fue gobernador Kirchner en los años 90
Daniel Scioli, una carta gastada
El gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, aspiraba a ser el heredero del kirchnerismo, pero su carisma no ha servido para evitar la derrota en la provincia. Es un personaje a tener en cuenta en el futuro peronista pero difícilmente como la carta electoral de un kirchnerismo light. Debe ahora reconstruir la fuerza del partido en la provincia de Buenos Aires.
El gobierno de Cristina Kirchner
El gobierno de Cristina Kirchner se ha quedado sin la relativamente cómoda mayoría con la que contaba en el legislativo. El Gobierno pierde 16 diputados de los 60 que puso en juego. Además no tendrá quórum propio en el Senado: de los 12 senadores en juego, perdió 4.
Con 36 senadores, la Presidenta necesitará un aliado de la oposición para tener mayoría, algo que hasta ahora nunca había ocurrido en la época kirchnerista. Cristina Kirchner debe aprender ahora a negociar y a pactar, algo que no se le ha dado nada bien hasta ahora.
Julio Cobos, la esperanza de la izquierda moderada
La izquierda moderada argentina ha sufrido golpes muy duros de los cuales tardará en recuperarse. La Unión Cívica Radical sigue sumida en la inanidad y aunque tiene historia (más de 100 años) y poder local sigue sin ser capaz de convertirse en una plataforma creíble para ser alternativa de poder. Sin líder propio, ha buscado a una antigua adherente, Elisa Carrió, cuyo tirón electoral no ha servido tampoco para ganar en la Capital Federal donde ha acabado tercera, superada por la izquierda más radical de Fernando Pino Solanas.
Tampoco el socialismo de Hermes Binner ha tenido éxito en su fortaleza electoral de Santa Fe, donde ha sido derrotado por esa estrella ascendente que es Carlos Reutemann. De todas formas ha caído por la mínima y no está descatado que pueda jugar un papel importante en 2011.
Por eso, con Elisa Carrió y Hermes Binner derrotados, el actual vicepresidente Julio Cobos se convierte en la gran esperanza de la UCR. Su espectacular triunfo en Mendoza por 20 puntos de diferencia y el de sus aliados en Corrientes, son el único dulce que los radicales pueden llevarse a la boca.
Carrió tampoco ha tenido muchas alegrías, la única es el triunfo de Luis Juez en Córdoba, a costa de los radicales, sus aliados a escala nacional. Otra de las incoherencias del sistema político argentino.
Por Rogelio Núñez - Especial para Infolatam.
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1 comentario:
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